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16/10/18

LA ULTRADERECHA ES CONTAGIOSA


Este es un país tan particular que cuando llueve no se moja como los demás, o al menos eso nos hacían creer. Fraga, que era un visionario al que le cabía en la cabeza el Estado junto a los 100 tomos de la Espasa, dejó dicho que Spain era different y, desde entonces, no hemos hecho sino confirmarlo. Nada de lo que ocurría a nuestro alrededor nos afectaba. Aquí las vacas locas siempre estuvieron cuerdas, el ébola era el argumento de un película de miedo y la crisis financiera una excentricidad del extranjero porque nuestros bancos eran muy sólidos, y por esa razón dejaron de dar liquidez antes de sublimarse en gaseosos. 

Cualquier fenómeno que sacudía al mundo pasaba de largo en España, y de ahí que las siete plagas tuvieran lugar en Egipto y no en Almería.



 Así, mientras en Europa la ultraderecha se hacía sitio a codazos, de Suecia a Alemania, pasando por Reino Unido, Austria, Francia, Holanda, Hungría, Polonia, Grecia e Italia, aquí nos reíamos de Janeiro, donde por cierto está a punto de llegar al poder tras la aplastante victoria del fascista Bolsonaro. Nuestros anticuerpos contra ese tipo de extremismo eran poderosísimos después de 40 años de dictadura, y el peligro de que incubáramos un virus semejante se había descartado. Contábamos además con el PP, que muy al fondo a la derecha teníaa con un pabellón de infecciosos a los que periódicamente giraban visita alguno de sus líderes para inyectarles sedantes y prometerles sólo el oro porque el moro no hubiera sido prudente en su estado de xenofobia galopante.

Tan confiados estábamos bajo nuestra cúpula de metacrilato que el acto de Vox de este domingo ante cerca de 10.000 personas enardecidas por las arengas contra los inmigrantes, los separatistas, el feminismo, las autonomías o la ley de Memoria Histórica ha causado la natural sorpresa, acrecentada por la presencia entre el público de Sánchez Dragó haciendo un trío con Herman Tertsch y Morante de la Puebla en plan Kamasutra cañí.
 

La comprobación empírica de que las habas cuecen también al sur de los Pirineos tiene muy desconcertada a la “derechita cobarde” y a la “veleta naranja”, expresiones ambas recogidas en el diccionario de Vox (los del cole eran otra cosa), que no esperaban semejante competencia en un terreno que creían ganado para sus causas, sobre todo ahora que se habían soltado la melena y se daban latigazos con las trenzas.
Que no seamos una isla inexpugnable para la ultraderecha y que también escuchemos a Wagner cuando el volumen de la música rompe tímpanos en Europa no debería infundir más temor del necesario. El peligro real no es que Vox multiplique por cinco sus votos –en las últimas generales de 2016 no llegaron a 50.000- ni siquiera que consiga representación en Europa o irrumpa en el Congreso. Lo inquietante es que aberraciones tales como ‘los españoles, primero’ o ‘volvamos a hacer grande a España otra vez’, exhumando no ya a Franco sino a los Reyes Católicos, infecten a otros partidos que hacen frontera con su ideario.


Y eso es justamente lo que está ocurriendo con esa derecha sin complejos que se ha quedado sin frenos mientras desciende a tumba abierta por el más patriotero de los populismos.

FUENTE: publico.es
Tierra de nadie
Juan Carlos Escudier
08/10/2018

1/11/16

MIEDO AL CONTAGIO



"A los honrados hay que quitarlos de en medio,
no sea que contagien a los demás."
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Es broma. 
La frase es cosecha particular de este ciudadano, pero... 
¿A qué mola? 

Citizen Plof
 

14/10/14

"VÉTETE"

VETE A CAGAR DOCTOR RODRÍGUEZ

El sacrificio del perro Excalibur ha provocado una tormenta mediática que no por esperada ha resultado menos impactante y contradictoria. Una reacción humanitaria paradójicamente provocada  por un animal, perro y chivo expiatorio, animal de compañía de una víctima también expiatoria y propiciatoria a la que Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de Madrid, en un ataque de insania, ha culpado de su mal y de todos los males, para exculparse y exculpar a los suyos de una catástrofe anunciada. Tal vez no hace falta hacer un máster para ponerse o quitarse un traje como dijo el taimado JR, ni al parecer tampoco hay que hacerlo para ejercer una Consejería comunitaria especialmente delicada y sensible que algún irresponsable puso un día, de rebajas y recortes, en manos de ese grandísimo cabestro.

Doctor Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de Madrid

Los enterradores de Sierra Leona están en huelga y los perros se alimentan con los cadáveres del Ébola que trajeron los murciélagos de la fruta, probablemente perturbados en sus migraciones por los enclaves humanos, de humanos que se nutrían con las escuetas carnes de estos sombríos mamíferos voladores, una dieta infame y forzada por la extrema penuria de un continente infectado, explotado y marginado por el colonialismo europeo. Seguramente nadie come murciélagos por placer gastronómico, ni por el sabor de su carne, ni por sus suculentas proteínas, ni por el Omega 3, ni esas cosas que tanto preocupan a los hipocondríacos ciudadanos del primer mundo, aunque es posible que algún chef ávido de fama haya pensado ya cómo prepararlo en su jugo o al nitrógeno. Nosotros no comemos murciélagos, solo desayunamos sapos.

Comiendo murciélagos

Condenados a saberlo todo sobre el virus africano, todo menos lo imprescindible, tenemos que soportar como un batracio con estudios , el doctor JR, difunda sus especulaciones malevolentes y temerarias. “Yo refiero unos hechos que pueden ser verdad o no”, acabo de escuchar al consejero Rodríguez ante la Asamblea de Madrid, huelgan los comentarios. Estamos acostumbrados a las mentiras y a las manipulaciones de los políticos y a los malos consejos de los consejeros, pero las calumnias y las difamaciones vertidas por Javier Rodríguez dejan un poso demasiado amargo. Un residuo de veneno que solo tiene un antídoto, el cese inmediato del bicho que lo inocula antes de que sea demasiado tarde. JR sigue en la brecha: no es que al médico que trató a la auxiliar infectada le quedara pequeño el traje de protección, es que el galeno era demasiado alto y no había tiempo para hacerle uno a la medida… Tampoco hay traje a la medida de la incompetencia y de la prepotencia del consejero y de sus valedores. 

Sostenella y no enmendalla. Con este lema obtuso y mostrenco, tan nuestro y tan grato para los patriotas irreductibles, el Gobierno de Ignacio González trata de demostrar, una vez más, lo indemostrable: por mucho que repitas un error nunca se convertirá en un acierto y esta vez se trata de un error irreparable, irreversible, de una enfermedad que no tolera placebos  ni parches. La salud es demasiado importante como para dejarla en manos de médicos enfermos. El doctor Rodríguez, nefrólogo y presidente del PP de Las Rozas, sigue hasta ahora envenenándonos la sangre, emponzoñando el aire enrarecido de la Sanidad pública.


Boris Vian

A mediados del pasado siglo, Boris Vian, poeta, novelista y músico francés, dedicó un poema al doctor Albert Schweitzer, médico alemán, misionero luterano, teólogo, místico y músico, premio Nobel por su humanitaria labor en una leprosería africana. A su paternalismo colonialista, su autoritarismo y su fanatismo, se unía, si hemos de creer a Vian y a otros críticos, su incompetencia como médico, como teólogo y como músico. El poema de Boris Vian se titula (traduzco literalmente) Vete a cagar, doctor Schweitzer. Si me permiten la adaptación: Vete a cagar, doctor Rodríguez.

FUENTE: publico.es
Cabeza de ratón
Moncho Alpuente
10 oct 2014



Creo recordar que el tal Javier Rodríguez fue el que dijo aquello de...  

- Hay que pedirle "salud" a la virgen para poder "ahorrar" en sanidad.


12/10/14

EL ÉBOLA

El Ébola puede extenderse por todo el planeta. El mundo podría enfrentarse a la peor epidemia de ébola de la historia. Una epidemia sin control que se extiende por África y se transmite por contacto, con una mortalidad muy alta.

todo-sobre-ebola

Los afectados padecen fiebres hemorrágicas. El Ébola es una enfermedad mortífera para el hombre, con una tasa de mortalidad de hasta el 90%, y es considerado como un arma biológica. En agosto de 2014, la OMS ha declarado el virus fuera de control y ha activado la alarma internacional para frenar su propagación.

¿Pero qué es el ébola?


Es una enfermedad infecciosa viral que produce fiebre hemorrágica. El virus del Ébola, es uno de los más letales que existen en el planeta que fue descubierto en 1976 en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo, antes Zaire). Los primeros brotes estudiados se encontraban cerca del río Ébola, y de ahí su nombre. El virus se estudia en cinco variedades: Bundibugyo, Sudán, Reston, Côte d’Ivoire (Costa de Marfil) y Zaire.

El virus es destructivo al modificar las células endoteliales en la superficie interior de los vasos sanguíneos. Al quedar dañados los vasos sanguíneos los afectados padecen shocks hemorrágicos que producen pérdidas de sangre e infecciones.

El segundo brote más grave estudiado se produjo en 1976, en la República Democrática del Congo y murieron 280 personas de 318 contagios registrados. El brote actual apareció el pasado mes de diciembre en Guinea Conakry, con más de 1000 afectados y desde donde se ha propagado a Nigeria, Liberia y Sierra Leona. Liberia es ahora la zona más castigada pero en Sierra Leona la situación es muy similar.

¿Qué personas pueden contagiarse?


Las personas con más riesgo son el personal médico que atiende a los pacientes, trabajadores en contacto con cuerpoos infectados, familiares que cuidan a enfermos, participantes en rituales funerarios que requieren la manipulación del cadáver.  También asumen un alto riesgo de contagio todas las personas que se encuentren próximas a un cuerpo infectado.

¿Podría extenderse el Ébola por el planeta?
 


El riesgo de propagación global es muy alto. Actualmente las alerta de la OMS, se extienden por los países afectados y las zonas de riesgo. Hay recomendaciones oficiales de no viajar a Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia. Los viajeros de zonas afectadas deben realizar una declaración sanitaria que es estudiada por técnicos sanitarios.

A pesar de contar con unidades de atención y aislamiento, no es posible asegurar al ciento por ciento que la cadena de seguridad no se llegue a romper en algún momento.

En España las autoridades han garantizado la seguridad para la población en la repatriación del religioso Miguel Pajares infectado en Liberia y que se encuentra recibiendo tratamiento en un hospital de la capital española. Los sanitarios que atienden al paciente con el virus del Ébola tienen que aplicar medidas de control estrictas para evitar exposiciones y contacto directo sin protección adecuada en el espacio contaminado. Prácticamente el hospital entero ha sido preparado para la atención de un solo paciente. Una operación sin precedentes en el mundo.

Los protocolos también incluyen los modos en que el material sanitario debe usarse y destruirse para evitar el contagio, unas medidas que también tienen que aplicar los trabajadores relacionados con el análisis de muestras para diagnóstico.

¿Cómo se contagia el Ébola?


El virus es transmitido a las personas por animales salvajes infectados y se propaga entre las personas por el contacto con fluidos, a través de la tos, sudor, sangre, saliva, semen, lágrimas o la piel y tejidos de personas infectadas.

Los simios han sido la fuente de infección para los humanos pero los científicos consideran, sin poderlo confirmar, a los murciélagos de la fruta (Pteropodidae) los huéspedes del virus del Ébola.

¿Cuáles son los síntomas del Ébola?


Fiebre alta, debilidad y dolor muscular, cefaleas y molestias en la garganta, vómitos, diarreas, erupciónes en la piel, problemas renales y hemorragias.  Los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) creen que el virus tiene una gran capacidad de supervivencia y los pacientes pueder ser positivos para el contagio mientras el virus esté presente en cualquier fluido o tejido de su cuerpo. La incubación (período entre la infección y los primeros síntomas) se encuentra entre dos y veintiún días, generalmente entre cinco y diez días.

¿Cómo se puede saber si alguien está infectado de ébola?


El diagnóstico del Ébola se obtiene a través de pruebas en laboratorios adecuados, realizando un estudio de orina y saliva del paciente. Las pruebas para su detección también se realizan por Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay o Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas, seroneutralización, reacción en cadena de polimerasa con transcriptasa inversa y aislamiento con cultivo celular. Las muestras de las personas infectadas tienen un altísimo peligro biológico y han de tratarse en condiciones de máxima seguridad (nivel 4).

¿Existe algún tratamiento para curar el ébola?


No existe ningún tratamiento ni vacuna aceptada por la comunidad científica. En los Estados Unidos se está ofreciendo un tratamiento experimental con cierto éxito. El cuerpo infectado tiene que producir sus propios anticuerpos con los que luchar contra el virus, pero éste es tan rápido que los afectados suelen fallecen antes de que sus defensas puedan neutralizarlo.

Los enfermos de ébola requieren cuidados intensivos sobre sus síntomas y un tratamiento para los órganos internos que pueden estar afectados. Es necesario un tratamiento contra la deshidratación. También se ofrece a los afectados medicinas para la fiebre, pero nunca aspirina, por el riesgo de hemorragia,  y sobre todo reposo absoluto. Cuando el estado grave se pueden presentar hemorragias que se tratan por vía venosa con plaquetas, factores de coagulación y transfusiones.

FUENTE: paradigmas.eu
Ciencia

11/10/14

LA FRASE

Una de las frases más lapidarias que he leído en los últimos días con relación al contagio del virus del ébola, aparece en nuevatribuna.es y su autora es Carmen Barrera Chamorro:


"Mi solidaridad con Teresa: víctima de un gobierno infame que desmantela hospitales para salvar banqueros"

 

 

¡Bótenlos, carajo!...

   ¡¡¡Bótenlos!!!

9/10/14

VIVIR EN LA ESPAÑA MARIANA

Viva la muerte

Puesto que algo había que hacer y el virus del ébola parece demasiado escurridizo y puñetero como para dejarse pisotear de cualquier manera, la Comunidad de Madrid ha decidido sacrificar al perro de la enfermera infectada, Excálibur. Sin hacerle ninguna prueba, sin someterlo a cuarentena, sin atender a razones ni a súplicas, con el mismo desparpajo con que importaron la cepa más letal de ébola desde un secarral africano, el gobierno del PP ha decidido poner fin a la vida de este animalito que tuvo la mala suerte de nacer, crecer y vivir en la España mariana.



Excálibur, al que no le ha servido de nada su nombre de espada artúrica, se va a convertir no sólo en el primer mártir de esta hecatombe provocada a medias por la imbecilidad y a medias por la prepotencia, sino también en un símbolo a cuatro patas de toda la ciudadanía madrileña y española. Porque así es como estamos con esta gente subida a nuestros lomos: a cuatro patas. Un ciudadano, Javier Limón, el marido de la mujer infectada, quien no es más que una víctima colateral de una gestión irresponsable y catastrófica, hizo un llamamiento para que respeten la vida de su mascota. Las autoridades sanitarias no habían desinfectado todavía su casa, no habían desinfectado las escaleras ni las zonas comunes del edificio, no habían desinfectado la ambulancia donde fue trasladada Teresa, ni la sala del hospital donde fue atendida la pobre mujer, pero ya estaban pensando en exterminar al perro.

Casi fue en lo primero que pensó una comisión de expertos, seguramente los mismos que aconsejaron repatriar a dos enfermos terminales de ébola para que el virus llegara calentito a una capital con cinco millones de habitantes y unos gestores sanitarios que ni siquiera han visto una película de Hollywood. Con toda probabilidad, los mismos expertos que supervisaron un traslado hecho a la buena de Dios, con un copiloto sin mascarilla de protección y la ventanilla abierta, chubasqueros de entretiempo y guantes de goma pegados con cinta aislante. Casi seguro, los mismos expertos que obligaron a personal no cualificado a prepararse para una emergencia infecciosa de nivel 4 en un cursillo de veinte minutos. Muy posiblemente, los mismos expertos que dieron de alta a la enfermera preocupada por un posible contagio, le dijeron que no importaban unas cuantas décimas de fiebre, que todavía no alcanzaba el límite marcado por el protocolo, que disfrutara de las vacaciones y tosiera por ahí todo lo posible. Los mismos bartolos que, al declararse la enfermedad, aislaron a la enferma con un par de sábanas y un par de cojones.

Qué quieren que les diga. Sé de sobra que vivimos en el país de Millán Astray, aquel militar hecho de retales que gritó en una universidad: “¡Abajo la inteligencia, viva la muerte!” Conozco también aquel principio metodológico según el cual nunca hay que subestimar la estupidez como móvil supremo, pero de verdad creo que es muy difícil achacar tal encadenamiento de imprudencias criminales únicamente a la sandez y a la incuria proverbial de nuestros dirigentes de dos patas. Uno empieza a sospechar muy en serio si detrás de todo esto no habrá un plan maquiavélico para terminar de desmontar la Sanidad pública, una estrategia para acabar de una vez con el paro, una conjura de los Illuminati, el sexto misterio de Fátima o el preludio del apocalipsis diseñado por el ecologista radical Eric Pianka, aquel médico texano que propuso regenerar el planeta exterminando al noventa por ciento de la población mundial mediante la propagación del virus del ébola. Uno ya no sabe qué pensar o si lo mejor será no pensar nada, no hacer nada, imitar a Millán Astray y sus herederos y pegarle un tiro al primer perro que pase.

No nos asusta el ébola porque para gobernar le dimos la mayoría absoluta al cáncer.

FUENTE: publico.es
Punto de fisión
David Torres
08 oct 2014





Pero... ¿no habría sido más lógico aislar al perro y estudiarlo, en vez de matarlo?

7/10/14

PRIMER CONTAGIO DE ÉBOLA EN EUROPA

El contagio de la enfermera española revela el "descontrol total" frente al ébola


  • Trabajadores del "desmantelado" hospital Carlos III de Madrid denuncian que el protocolo de seguridad establecido para atender a los pacientes infectados era insuficiente

     

  • Aseguran que muchos compañeros sentían miedo porque apenas recibieron 15 minutos de formación para aprender a ponerse el traje de aislamiento y que no hubo seguimiento de su estado de salud

     

  • Sindicatos denuncian que Sanidad no actuó con cautela y que se puso en riesgo la seguridad de los sanitarios 

     


15 minutos. Ese es el tiempo que duró el "cursillo exprés" que recibieron los profesionales sanitarios encargados de atender a los sacerdotes españoles infectados de ébola que fueron trasladados desde Liberia y Sierra Leona al Hospital Carlos III de Madrid este verano. Responsables de sindicatos y algunos de los compañeros de la auxiliar de enfermería que resultó afectada por el virus tras haber estado en contacto con Manuel García Viejo y Miguel Pajares denuncian que el protocolo de seguridad establecido por el Ministerio de Sanidad era, por esta y otras razones, insuficiente.

Todos califican la situación de "descontrol" y "caos" y culpan al "desmantelamiento" del hospital Carlos III —que ha dejado de ser centro especializado en enfermedades infecciosas y tropicales— de lo ocurrido.

 
Para atender a ambos religiosos se habilitó y aisló toda una planta del centro y se movilizó a personal de La Paz para cubrir la emergencia. Pero de un día para otro no se aprende a tratar con un virus tan peligroso como el ébola, altamente infeccioso y sin cura conocida, algo de lo que ya advirtió un trabajador en su propio blog el pasado mes de agosto.

"Puede que se intentaran tomar las medidas pertinentes, pero sin ninguna preparación", lamentan ahora fuentes muy cercanas a los trabajadores del Carlos III. "La sexta planta estaba totalmente abandonada, sin laboratorio, sin banco de sangre, sin nada", añaden. "La planta estaba en obras y se montó deprisa y corriendo, con un laboratorio de juguete que era un paripé", afirma un trabajador del centro que prefiere no dar su nombre real por miedo a represalias. "Desmontar ese hospital fue una locura", resume, por su parte, Antonio Gómez, portavoz de CAS-Madrid.  

 
"Desmantelaron un centro preparado para este tipo de contigencias y cuando llegó el primer infectado no había ni camas", recuerda también la presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), Victoria Trujillo. "Ya se denunció desde un principio que no había protocolos ni formación realista para atender tal situación porque son procedimientos para los que hay que entrenarse: no se puede enseñar a una persona a calzarse un traje que cuesta tanto ponérselo en 20 minutos", agrega.

AME: "Ya se denunció desde un principio que no había protocolos para atender tal situación porque son procedimientos para los que hay que entrenarse" En la misma línea se expresa también Francisco [nombre ficticio], auxiliar sanitario que lleva más de 20 años en el Carlos III y, por tanto, experto también en trabajar en el servicio de enfermedades infecciosas. "Nosotros sí estábamos especializados, pero había gente sin formación ninguna a la que se le dio un cursillo de 15 minutos para que aprendieran a ponerse los trajes y nada más", confirma.


FUENTE: publico.es
Paula Díaz
Madrid - 06/10/2014

COMENTARIOS


Deben dimitir todas las mentes maravillosas que optaron por repatriar a 2 moribundos, a sabiendas de que iban a morir en España y los riesgos que esto conllevaba.


A lo que ustedes llaman descontrol, yo lo llamo INEPTITUD, NEGLIGENCIA, DESPROPÓSITOS, IMPROVISACIÓN, FALTA DE MEDIOS, FALTA DE PREVENCIÓN, MINIMIZACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS EPIDÉMICAS. Todo ello en la clase política, no en la médica, que se están batiendo como jabatos.





Y para mas INRI, resulta que el gobierno español no dedica ni un solo euro a buscar la cura del ébola.