Antiguamente (es palabra que me encanta utilizar a menudo) cuando uno se enfadaba mucho, se decía aquello de "me voy a cagar en algo negro y peludo... y no es un gato". Lo que, en román paladino venía a ser una frase que, ahora, por mor de "la ensura y la uta ey ordaza de los ojones" habrá que reducir, para que no lo empuren a uno, a "agarse en el oño de la adre de lguien", aunque algunas señoras no se lo merezcan en absoluto, porque existen "ijos de uta", "abrones", "varos" e "invergüenzas", que nadie sabe como se han formado en vientres honrados y gentiles, pero "haberlos haylos"
-Que mal gusto tiene este ciudadano, sé que dirán algunos. -Que lenguaje tan soez utiliza este tipo, aducirán otros, pero cuando a uno se le calientan las pelotas (y no son de golf, tenis, fútbol o baloncesto - fíjense que van "in crescendo") al contemplar la explotación laboral a la que son sometidos nuestros hijos por parte de algunos carroñeros insaciables, se impone dejarse de mariconadas y llamar al pan, pan, al vino, vino y al coño, coño. Así que... ¡amárrense los machos que vienen cuernos!
Hace poco leí que existen en España unos 70.000 becarios, y el 60% de ellos, no recibe ninguna remuneración por su trabajo. Son esclavos modernos con su disfraz de obreros del siglo XXI. ¡Inadmisible!
Sé por mi "alter ego", que lo tuvo que sufrir en carne ajena (chicos y chicas jóvenes laborando a su lado sin cobrar una perra), que esa mierda de los contratos en práctica es un vergonzoso y lucrativo invento que beneficia solo al empresario y tima al trabajador que, aunque es cierto que está aprendiendo, genera, a través de ese trabajo no remunerado, pingües beneficios para el explotador. Hay que dejar claro que "trabajo realizado ha de ser trabajo pagado".
Lo puñeteramente grave de este asunto, es que existe porque los sindicatos mayoritarios lo quisieron así. Firmaron lo que no habían de firmar y se tragaron unas ruedas de molino como no estaba escrito. Y ahora, con ese peso en sus orondos vientres, quieren alzar el vuelo. ¡Ja!
"¡Vaíganse p'al carajo!" de una puñeter vez. Sigan con sus subvenciones y sus mamandurrias (me refiero a los dirigentes) y dejennos en paz, a ver si teniéndolos lejos, recapacitamos y logramos unirnos y organizarnos desde de las bases no contaminadas aún por la avaricia, e intentamos gestar un nuevo sindicalismo, ajeno por completo a líos y enrededos, a la dependencia de partidos políticos, a la connivencia con los empresarios y a ese tufo a traición a la clase trabajadora que arrastran tras de sí como una estela.
Miren...mejor decirlo con la rotundidad de la frase de siempre: ¡¡¡váyanse a tomar por culo!!! aunque, desamparado, todas las noche tan solo cené té, porque quizá sea ésa la bebida sagrada, hecha con tristes hojas mágicas, el germen del que brote, ácrata y libertario el sindicato asambleario del futuro.
Con unas rodajitas de anarquía y algunos terrones de fuerza y de valor, quedaría perfecto.
El agua ya está hirviendo.
¡Ah!... Y no se ofendan por el vocabulario. Sólo son frases hechas.
Citizen Plof
Joder, Ciudadano, te explayaste a gusto. Estamos pensando concederte el premio al artículo con mayor número de palabrotas por minuto.
ResponderEliminarSalud... y Anarquía (lo demás, bobería)