Javier Salinas Viñals, obispo de Mallorca
Para demostrarlo ahí está el caso del obispo de Mallorca, Javier Salinas, que montó un grupo de oración con una señora de la alta sociedad, Sonia Valenzuela, con la que rezaba como un loco. Rezaban juntos por la mañana, por la tarde, por la noche, se telefoneaban de madrugada para seguir rezando y hasta intercambiaron anillos de oración. Al final el marido, mosqueado, les puso un detective que descubrió con gran escándalo que, en efecto, sólo estaban rezando.
Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo
Esta obcecación cerril y reverenda por el sexto mandamiento me ha hecho replantearme seriamente volver a leer despacio, uno por uno, los cuatro Evangelios, a ver si se me ha pasado algo por alto. No recuerdo yo que Jesucristo dedicara mucho tiempo en sus prédicas a las bajas partes, la coyunda y las relaciones maritales. Probablemente los leí mal en su día o no supe interpretar esas cenas y reuniones de apóstoles que, vistas desde el prisma de las homilías episcopales, debían de ocultar verdaderas orgías a calzón quitado y botellón abierto. A lo mejor me equivoco pero me parece que Jesucristo hablaba sobre todo de ayudar a los pobres y cuidar de los enfermos mientras que despotricó siempre de la fea costumbre acumular bienes y juzgar al prójimo, actividades favoritas de la iglesia española. Sí, seguramente me equivoco, porque el último año la Conferencia Episcopal ha invertido mucho más dinero en ese carrusel de porteras llamado 13tv que en Cáritas. Seguro que no lo han hecho sólo por joder.
"Y te votamos todos por unanimidad para la gloria"
FUENTE: publico.es
Punto de Fisión
David Torres
05/01/2016
Me confieso ateo y anarquista, pero no puedo resistirme a dejarles aquí el Padrenuestro Latinoamericano de Mario Benedetti, porque tiene miga... ¡mucha miga!:
UN PADRENUESTRO LATINOAMERICANO
Padre nuestro que estás en los cielos
Con las golondrinas y los misiles
Quiero que vuelvas antes de que olvides
Como se llega al sur de Río Grande.
.
Padre nuestro que estás en el exilio
Casi nunca te acuerdas de los míos
De todos modos dondequiera que estés
Santificado sea tu nombre
No quienes santifican en tu nombre
Cerrando un ojo para no ver las uñas
Sucias de la miseria.
.
En agosto de mil novecientos sesenta
Ya no sirve pedirte
Venga nos en tu reino
Porque tu reino también esta aquí abajo
Metido en los rencores y el miedo
En las vacilaciones y en la mugre
En la desilusión y en la modorra
En esa ansia de verte pese a todo.
.
Cuando hablaste del rico
La aguja y el camello
Y te votamos todos
Por unanimidad para la Gloria
También alzó su mano el indio silencioso
Que te respetaba pero se resistía
A pensar hágase tu voluntad.
.
Sin embargo una vez cada
Tanto tu voluntad se mezcla con la mía
La domina
La enciende
La duplica
Más arduo es conocerte cuál es mi voluntad
Cuándo creo de veras lo que digo creer
Así en tu omnipresencia como en mi soledad
Así en la tierra como en el cielo
Siempre
Estaré más seguro de la tierra que piso
Que del cielo intratable que me ignora. .
Pero quién sabe
No voy a decidir
Que tu poder se haga o deshaga
Tu voluntad igual se esta haciendo en el viento
En el Ande de nieve
En el pájaro que fecunda a su pájara
En los cancilleres que murmuran "yes sir"
En cada mano que se convierte en puño.
.
Claro no estoy seguro si me gusta el estilo
Que tu voluntad elige para hacerse
Lo digo por irreverencia y gratitud
Dos emblemas que pronto serán la misma cosa
Lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
De cada día y de cada pedacito de día. .
Ayer nos lo quitaste
Dánosle hoy
O al menos el derecho de darnos nuestro pan
No solo el que era símbolo de Algo
Sino el de miga y cáscara
El pan nuestro
Ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
Perdónanos si puedes nuestras deudas
Pero no nos perdones la esperanza
No nos perdones nunca nuestros créditos.
.
A más tardar mañana
Saldremos a cobrar a los fallitos
Tangibles y sonrientes forajidos
A los que tienen garras para el arpa
Y un panamericano temblor con que se enjugan
La última escupida que cuelga de su rostro
Poco importa nuestros acreedores perdonen
Así como nosotros
Una vez por error
Perdonamos a nuestros deudores.
.
Todavía
Nos deben como un siglo
De insomnios y garrote
Como tres mil kilómetros de injurias
Como veinte medallas a Somoza
Como una sola Guatemala muerta.
.
No nos dejes caer en la tentación
De olvidar o vender ese pasado
O arrendar una sola hectárea de su olvido.
.
Ahora que es la hora de saber quiénes somos
Y han de cruzar el río
El dólar y el amor contra reembolso
Arráncanos del alma el último mendigo
Y líbranos de todo mal de conciencia
Amen.
MARIO BENEDETTI
Con las golondrinas y los misiles
Quiero que vuelvas antes de que olvides
Como se llega al sur de Río Grande.
.
Padre nuestro que estás en el exilio
Casi nunca te acuerdas de los míos
De todos modos dondequiera que estés
Santificado sea tu nombre
No quienes santifican en tu nombre
Cerrando un ojo para no ver las uñas
Sucias de la miseria.
.
En agosto de mil novecientos sesenta
Ya no sirve pedirte
Venga nos en tu reino
Porque tu reino también esta aquí abajo
Metido en los rencores y el miedo
En las vacilaciones y en la mugre
En la desilusión y en la modorra
En esa ansia de verte pese a todo.
.
Cuando hablaste del rico
La aguja y el camello
Y te votamos todos
Por unanimidad para la Gloria
También alzó su mano el indio silencioso
Que te respetaba pero se resistía
A pensar hágase tu voluntad.
.
Sin embargo una vez cada
Tanto tu voluntad se mezcla con la mía
La domina
La enciende
La duplica
Más arduo es conocerte cuál es mi voluntad
Cuándo creo de veras lo que digo creer
Así en tu omnipresencia como en mi soledad
Así en la tierra como en el cielo
Siempre
Estaré más seguro de la tierra que piso
Que del cielo intratable que me ignora. .
Pero quién sabe
No voy a decidir
Que tu poder se haga o deshaga
Tu voluntad igual se esta haciendo en el viento
En el Ande de nieve
En el pájaro que fecunda a su pájara
En los cancilleres que murmuran "yes sir"
En cada mano que se convierte en puño.
.
Claro no estoy seguro si me gusta el estilo
Que tu voluntad elige para hacerse
Lo digo por irreverencia y gratitud
Dos emblemas que pronto serán la misma cosa
Lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
De cada día y de cada pedacito de día. .
Ayer nos lo quitaste
Dánosle hoy
O al menos el derecho de darnos nuestro pan
No solo el que era símbolo de Algo
Sino el de miga y cáscara
El pan nuestro
Ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
Perdónanos si puedes nuestras deudas
Pero no nos perdones la esperanza
No nos perdones nunca nuestros créditos.
.
A más tardar mañana
Saldremos a cobrar a los fallitos
Tangibles y sonrientes forajidos
A los que tienen garras para el arpa
Y un panamericano temblor con que se enjugan
La última escupida que cuelga de su rostro
Poco importa nuestros acreedores perdonen
Así como nosotros
Una vez por error
Perdonamos a nuestros deudores.
.
Todavía
Nos deben como un siglo
De insomnios y garrote
Como tres mil kilómetros de injurias
Como veinte medallas a Somoza
Como una sola Guatemala muerta.
.
No nos dejes caer en la tentación
De olvidar o vender ese pasado
O arrendar una sola hectárea de su olvido.
.
Ahora que es la hora de saber quiénes somos
Y han de cruzar el río
El dólar y el amor contra reembolso
Arráncanos del alma el último mendigo
Y líbranos de todo mal de conciencia
Amen.
MARIO BENEDETTI
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