¿Saben cuánto recaudará el Estado con la Lotería de Navidad si se venden todos los décimos del sorteo? Pues el 30% de un total de 3.600 millones de euros; lo que viene a ser la nada despreciable cantidad de 1.100 millones de euros (183.024 millones de las antiguas pesetas). "Pa' la buchaca"... Y, sin embargo, "no hay dinero" ni para sanidad, ni para educación, ni siquiera para pagarle la extra de navidad a los funcionarios, porque ese dinero y otros, se emplearán para lo que ellos consideran prioritario, y que para nada coincide con las urgentes necesidades de nuestro pueblo.
Así que, visto lo visto, "consternado, rabioso"*... con la idea de no seguirle el juego a esta pandilla de impresentables, aunque me alcance el bolsillo para ello: ¡NO COMPRARÉ NI UN DÉCIMO! Máxime cuando Jorge Elorza, profesor de Física y Matemática Aplicada de la Universidad de Navarra, explica que "desde el punto de vista matemático, jugar a la Lotería de Navidad es una ruina".
Lo dicho: me niego a seguirles el juego, aun a costa de romper con la tradición navideña y con la remotísima posibilidad de lograr algún premio. No estoy por la labor de colaborar con un gobierno que nos exprime como si fuéramos limones para beneficiar a la Banca, a la Iglesia, a la Monarquía, a las multinacionales, a las grandes empresas nacionales y sobre todo a sus familiares y amigos.
A la vista de la viñeta gráfica del amigo Forges, relativa al día posterior al sorteo, les conmino a seguir esta iniciativa y no gastar un sólo euro en lotería.
¿No les convence la idea? ¿Y si les digo que la probabilidad de que no toque absolutamente nada, ni un mísero reintegro, es casi del 85%?
(*) Parafraseando el poema de Mario Benedetti a la muerte de Ernesto "Che" Guevara.
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