Gerhard Ludwig Müller
Se da la circunstancia de que cuando Ludwig Müller fue nombrado obispo, allá por 2002, eligió como lema “Dominus Jesus”, que es también el título de la polémica declaración sobre Jesús como única vía de salvación que patrocinó Joseph Ratzinger durante las dos décadas que dirigió la Doctrina de la Fe. Así que, después de tantos disgustos recientes, Benedicto XVI se asegura al menos cierto sosiego con el nombramiento de Ludwig Müller, que automáticamente recibirá el tratamiento de arzobispo. El nuevo prefecto fue además el que preparó la visita del actual Pontífice a Baviera, en 2006, y la publicación de todas las obras de Joseph Ratzinger —los 16 volúmenes de la llamada Opera Omnia— en alemán.
Joseph Ratzinger
Hay otro dato que revela hasta qué punto Joseph Ratzinger preparó de forma cuidadosa el relevo, como si de verdad estuviese haciendo testamento. El prelado Müller, en su calidad de prefecto de la Doctrina de la Fe, será también el presidente de la pontifica comisión Ecclesia Dei, que se encarga de la relación —casi siempre muy complicada— con las comunidades tradicionalistas, como los lefebvrianos. Teniendo en cuenta la salida de un estadounidense y la colocación de un alemán, Benedicto XVI creó hace unos días un nuevo puesto, el de vicepresidente de la comisión Ecclesia Dei, y nombró a un estadounidense, Augustine Di Noia. Los acontecimientos recientes en el Vaticano demuestran hasta qué punto es importante no perder el equilibrio.
Publicado por el diario EL PAÍS
Pablo Ordaz (Roma) 2 JUL 2012
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