Queréis que usemos, para hablar de esta grandísima y dramática crisis, un lenguaje “políticamente correcto” para llegar a “soluciones” y “entendernos”. La educación, las formas, las palabras suaves y anestésicas, los burdos eufemismos, los “señorías”, los “excelentísimos”, los “señores directores, señores presidentes”, los “damas y caballeros de la banca”… Esa monstruosamente hipócrita cortesía es el sucio truco que nos queréis imponer para ocultar vuestra ansia de poder y de dinero, malditos bastardos hijos de la grandísima puta del Capital. Os odio profundamente. Os deseo una muerte lenta y dolorosa, llena del sufrimiento que vosotros provocáis con vuestra infinita avaricia. Os la deseo con toda mi rabia, con todo mi coraje, aunque sé que si hoy, como merecéis, murieseis todos de golpe, mañana tendríamos a una nueva colección de hijos de la grandísima puta capitalista para sustituiros y seguir destrozando vidas y espíritus…
"Estáis ahí arriba asfixiándonos, estrangulándonos, torturándonos, haciéndonos morir de hambre y enfermedad" no sólo por la gracia del Capitalismo, sino también por la asquerosa pasividad de muchos “ciudadanos” indignos de ese nombre…" Sois tantos, tantísimos quienes, en lugar de luchar por la Justicia Social, sólo confiáis en que no os toque sufrir la crisis que esos cerdos capitalistas han provocado. Os veo rezando como cobardes "las cuatro esquinitas" a los pies de vuestras camas, cagados por las patas, deseando que el despido le llegue a vuestro vecino, pasando sigilosamente por vuestras puertas sin llamar… Todavía.
Pero esta vez, no… Escuchad, esta vez no. Ésta vez es la grande, la que Marx predijo hace más de ciento cincuenta años. Marx, sí, ese viejo caduco enterrado mil veces y resucitado mil y una, con cada una de las crisis que este podrido sistema de mierda ha sufrido hasta llegar a la de ahora, a La Última. En ésta vosotros también caeréis si no lucháis. Vosotros, serviles y subnormales votantes del PP, a quien habéis elegido para que os mienta todos los días y os recorte por decreto ley todos vuestros derechos para reflotar a los bancos que os echan de vuestras casas, para que nos meta de cabeza en una guerra injusta en la que han muerto ya cientos de miles de iraquíes buscando unas armas de destrucción masiva que no eran más que la lamida de culo de la hiena de Aznar a sus amos anglosajones, el falsario Blair y el inmundo Bush.
Vosotros, voluntariamente ciegos votantes del PSOE, traidora organización responsable de habernos metido de cabeza en la OTAN, de haber firmado el Tratado de Maastricht que nos ha llevado a ser los esclavos de Ángela Merkel y sus secuaces parafascistas, de mantener a nuestros soldados en Afganistán y Libia, donde matan a pueblos enteros a mayor gloria del Imperio Gringo, de legalizar las empresas de trabajo temporal y de aprobar al menos la mitad de las cincuenta y dos reformas laborales que han hecho que las trabajadoras y trabajadores de este país sean poco menos que esclavos.
Sí, la otra mitad de las reformas laborales, de los recortes de derechos, son responsabilidad de los fascistas del PP, pero los “socialistas obreros” de cuello blanco residentes en Ferraz no se podrán quitar jamás de encima la vergüenza de haber actuado contra la gente a quienes afirman defender, los Obreros de sus siglas, con toda la traición, la hipocresía infinita y la cara dura que les caracteriza. Se llaman socialistas y sólo aspiran a maquillar el Capitalismo, en lugar de luchar por una sociedad más justa, una sociedad Socialista, como su propio nombre falsamente indica. Vergüenza, vergüenza y asco tanto de los unos como de los otros, no son más que las dos caras de la misma moneda del Judas Capitalista.
Y también vosotros, los que os llamáis con todo vuestro inconsciente orgullo “apolíticos”. Vosotros, cuya máxima aspiración es gastaros una pasta gansa en ver cómo veintidós multimillonarios corren detrás de una pelota, o en cómo un individuo vestido de forma estrafalaria tortura hasta la muerte a un indefenso animal, vosotros cuya mayor afición es hacer zapping buscando el programa de televisión con la mayor cantidad de basura por minuto, mientras ahí fuera, ahí, en la Moncloa, en San Jerónimo, en la Zarzuela, en el Bundestag, en el Club Bilderberg, en Wall Street ya están en marcha los planes para arrebataros hasta ese miserable y roñoso mando a distancia que es vuestra más apreciada posesión. Y os lo van a quitar, si no reaccionáis, si no despertáis. Esto va a peor, y a pasos agigantados.
Si no os levantáis de vuestras butacas compradas a plazos, no tendréis más huevos que devolverlas porque os sumaréis a los casi seis millones de parados que ya hay en este país, y no os quedará ni un céntimo de dignidad con el que pagar ni el sillón, ni la tele, ni el coche, ni la hipoteca, y ni siquiera la comida para vuestros hijos. Estúpidos, zombis, gilipollas, atontaos de mierda: ¡Despertad y rebelaos, o moriréis como las ratas que ahora mismo sois para los tiranos de la banca y las financieras que sólo buscan vuestra ruina para patearos el derecho a una vida digna e, incluso, el Derecho a la Vida!
La batalla está en la calle, vuestros Derechos como Seres Humanos están disputándose ahora mismo contra esos malditos bastardos llamados banqueros, financieros, mercados, y defendidos por los partidos, por esas bandas de sicarios serviles y sistémicos llamados PP y PSOE.
¡Reaccionad, pensad, indignaos, rebelaos, luchad por vuestras vidas y las de vuestros hijos! Ellos os las están arrancando a dentelladas, y vosotros os estáis dejando devorar como borregos que, en fila y balando lastimeramente, van al matadero con las orejas gachas y el rabo entre las piernas. Cobardes, ignorantes, inútiles. Y es que, si no sois capaces de poneros en pie y pelear por la Vida, no merecéis llamaros humanos. ¿Lo sois?
Esta vez va muy en serio: O Capitalismo, o Humanidad.
¡Reaccionad, pensad, indignaos, rebelaos, luchad por vuestras vidas y las de vuestros hijos! Ellos os las están arrancando a dentelladas, y vosotros os estáis dejando devorar como borregos que, en fila y balando lastimeramente, van al matadero con las orejas gachas y el rabo entre las piernas. Cobardes, ignorantes, inútiles. Y es que, si no sois capaces de poneros en pie y pelear por la Vida, no merecéis llamaros humanos. ¿Lo sois?
¡¡¡Demostradlo!!!
FUENTE: kmarx.wordpress.com
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