El 8 de diciembre de 1980 John Lennon fue asesinado por un joven estadounidense, cuyo nombre quedará grabado para siempre en la funesta lista de los magnicidas; se llamaba... se llama aún: Mark David Chapman, y le descerrajó cuatro tiros por la espalda al ex-Beatle, cuando éste, acompañado por su esposa Yoko Ono, regresaba a su residencia en el Edificio Dakota de la ciudad de Nueva York, después de una ajetreada jornada de trabajo.
En el asesinato de John Lennon no hay pruebas que apunten a un complot, pero está claro que su actitud transgresora lo convertía en un personaje bastante molesto para el Sistema, y ¡qué casualidad!... de repente aparece Chapman, con una pistola en una mano y la obra de Salinger "El guardián entre el centeno" en la otra, y les resuelve el problema.
Hace ya 30 años, pero recuerdo con total nitidez la cantidad de jóvenes, y no tanto, que nos concentramos en la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, donde, de la mano de Caco Senante, director ocasional de aquel acto no programado (y ante la atenta vigilancia del coronel Arencibia, como no podía ser menos), entre abundantes lágrimas, cantamos como pudimos los éxitos míticos de aquel gigante de la música al que... Dios, o quién quiera que maneje este cotarro, tenga para siempre a su lado para que lo ayude a afinar el universo.
Ciudadano Plof
Ciudadano Plof
Un excelente músico y un pacifista
ResponderEliminarSaludos
quiero a john lennon aunque tenga 11 años
ResponderEliminarte amo john