1/12/18

LOS ORÍGENES DE VOX

El aznarato y la lucha contra ETA


Siete de los diez fundadores del partido han tenido cargos en el Gobierno o relaciones con el expresidente


Vox, que podría ser el primer partido político de ultraderecha que obtenga representación parlamentaria en España desde los tiempos de la Fuerza Nueva de Blas Piñar, llenó el Palacio de Vistalegre de banderas españolas el pasado 7 de octubre. Alrededor de 9.000 simpatizantes de la formación política coparon la antigua plaza de toros madrileña y, así, el partido de Santiago Abascal logró su mayor muestra de fuerza hasta el momento. El eco mediático que está recibiendo Vox puede hacer pensar de forma errónea que se trata de una formación política de nuevo cuño. En realidad, están a punto de celebrar los cinco años de vida del partido tras un viraje ideológico claro y muchas bajas.

Vox se registró como partido político en diciembre de 2013. Abascal y compañía decidieron lanzarse a la arena política con la vista puesta en las elecciones europeas de mayo del año siguiente y la intención de recoger el voto del ala más conservadora de la derecha, que estaba desencantada con el Gobierno de Rajoy.

El fundador y actual líder de Vox había abandonado el PP hacía un mes, con una carta llena de reproches hacia Rajoy y la gestión de su Gobierno, especialmente por Cataluña y las políticas relacionadas con los presos de ETA. Pero Abascal no era el único miembro del partido que había criticado al ejecutivo de España en los últimos meses. El expresidente José María Aznar ya hacía tiempo que utilizaba sus escasas apariciones públicas para criticar de forma más o menos velada las decisiones de su sucesor.

Aznar criticando la falta de ambición de Rajoy con las reformas
Madrid - 10/05/2017

El proceso independentista catalán había comenzado ya. En noviembre de 2012 se celebraron elecciones anticipadas en Cataluña y Artur Mas llevaba un referéndum de independencia como punto estrella de su programa después de que Rajoy no aceptase un pacto fiscal. Convergencia perdió doce escaños, pero pudo seguir gobernando en coalición con Esquerra Republicana.

Aznar estuvo lanzando dardos a Rajoy durante todo ese tiempo. Así, a menos de dos meses del nacimiento de Vox y a un año del 9N, en octubre de 2013, ya cargaba contra su sucesor pidiendo “liderazgo” ante el conflicto catalán y que el Gobierno no se quedara “impasible” ni “en silencio”.

Parte de la derecha española, de la que formaban parte tanto Aznar como Abascal, pedía más mano dura ante el independentismo, pero no era lo único que le afeaban al presidente del Gobierno. Aznar hizo esas declaraciones en la presentación del libro Cuando la maldad golpea, una publicación coordinada por la Fundación Villacisneros y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).


En el libro se agrupan los relatos de doce víctimas del terrorismo. Entre ellos el de Ana Velasco, hija del comandante del ejército Jesús Velasco Zuazola, asesinado por ETA, y una de las fundadoras de Vox. No se trata de una mera coincidencia. La otra gran crítica del ala dura del PP a Rajoy fue su gestión de las políticas relacionadas con las víctimas y los presos etarras. El aznarismo y la derecha española más conservadora, de nuevo, le acusaron de blando. Entre ellos, los fundadores de Vox.

En ese contexto nace la nueva formación a la derecha del PP, que se presenta en sociedad el 16 de enero de 2014. Entre los fundadores no solo estaban Santiago Abascal, que había sido un peso pesado del PP en el País Vasco, y la propia Ana Velasco. En la presentación ante los medios comparecieron otros cuatro fundadores, José Luis González Quirós, Cristina Seguí, José Antonio Ortega Lara e Ignacio Camuñas, y la carta pública de creación del partido la firmaron un total de nueve personas.

Los fundadores de Vox

Los fundadores de VOX

La relación de los fundadores de Vox con el PP, especialmente con el ala dura y la corriente más aznarista, era muy clara. En un primer momento algunos medios llegaron a definir al partido como una escisión de la formación fundada por Manuel Fraga porque, entre otras cosas, Abascal había llegado a ser diputado autonómico y presidente de Nuevas Generaciones en el País Vasco.

Muchos de los fundadores de Vox no eran caras nuevas en política; siete de los diez ya habían tenido cargos en el Gobierno de España o relaciones con Aznar y el PP.

Abascal era hijo político de Aznar y también había tenido una gran relación con Esperanza Aguirre, quien le colocó como director de la Agencia de Protección de Datos de Madrid (APDM) cuando este se peleó con la nueva cúpula del PP vasco después de la marcha de María San Gil, a quien Aguirre también ofreció un cargo en la capital.

Esperazna Aguirre

La APDM fue suprimida en 2012 y entonces el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, volvió a nombrar a Abascal para un cargo elegido a dedo: director de la Fundación de Patrocinio y Mecenazgo de la Comunidad. El hijo aventajado del aznarismo se embolsaba entonces algo más de 80.000 euros anuales por el puesto.

Abascal no era el único que había sido nombrado para un cargo por un gobierno del PP ni el único que había militado en el partido. El Gobierno de Aznar eligió a María Jesús Prieto-Laffargue, otra de las fundadoras, como directora general del Instituto Nacional de Meteorología y José Antonio Ortega Lara, igual que José Luis González Quirós, aunque nunca pasó de afiliado de base, había militado en el Partido Popular.

Este funcionario de prisiones estuvo más de 500 días secuestrado por ETA. Por lo cual, además, su célebre trayectoria como activista contra la banda terrorista también estaba más que clara. Ortega Lara decidió abandonar el PP en 2008, ante lo que Aznar se mostró disgustado públicamente.

José María Aznar entrega el premio ‘Puerta del Recuerdo’ de la Universidad San Pablo – CEU a José Antonio Ortega Lara en el 2009. 
José María Aznar entregando el premio ‘Puerta del Recuerdo’ de la Universidad San Pablo CEU 
a José Antonio Ortega Lara en el 2009. FAES

Otro fundador con claros vínculos con el expresidente del Gobierno es González Quirós, que fue miembro del Consejo Asesor de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), la célebre fundación política presidida por Aznar.

González Quirós también creó y fue el primer director de la Revista Cuadernos, la publicación que edita la propia FAES desde el 2003, y pidió a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP por aquel entonces, junto a Abascal y Alejo Vidal-Quadras, una Junta Directiva Nacional para reflexionar sobre la continuidad de Mariano Rajoy meses antes de la fundación de Vox.

Hay otros padres y madres del partido que no tienen claros vínculos anteriores con otras formaciones políticas. El ejemplo más claro es, seguramente, Cristina Seguí. Seguí representa la ideología más ultra y escorada a la derecha de Vox.

Cristina Seguí

Ella misma se define como “capitalista contra la corrección política y la ideología de género”, pero esta colaboradora de medios como Okdiario o Intereconomía, después de abandonar Vox por discusiones con otros miembros del Comité Ejecutivo Nacional, se ha ido acercando al Partido Popular. Hoy aplaude sin reparos a Pablo Casado en redes sociales e incluso participa en actos y conferencias de los populares.

Ignacio Camuñas, igual que Seguí o el destacado empresario y economista Enrique Álvarez López, es otro fundador de los que nunca había militado en el PP, pero sí que participó en la fundación de otro partido antes que en la de Vox. Camuñas fue uno de los padres de la UCD de Adolfo Suárez e incluso llegó a ser ministro de Relaciones con las Cortes en 1977. Invitado al Club Bilderberg en 1980, también ha tenido relaciones con el aznarismo. Camuñas es patrono de la Fundación Valores y Sociedad, una organización presidida por Jaime Mayor Oreja y de la que María San Gil también es patrona. Mayor Oreja y San Gil fueron presidentes del PP vasco y muy cercanos políticamente al expresidente José María Aznar.

Los patronos contra ETA

Ignacio Camuñas

La Fundación Valores y Sociedad organiza multitud de actos junto a la Fundación Villacisneros; ambas entidades están muy vinculadas a la lucha contra ETA.

María San Gil también es patrona de la Villacisneros, además de vicepresidenta. Entre estas fundaciones todo queda en casa. Jaime Mayor Oreja y Esperanza Aguirre, otra gran defensora de Aznar y amiga personal de San Gil, también forman parte del patronato de la Villacisneros, igual que Ana Velasco Vidal-Abarca, fundadora de Vox, quien, además, es directora de comunicación de la fundación.

Velasco es una vieja conocida de los medios. Es colaboradora de Libertad Digital, un medio en internet que tiene a Federico Jiménez Losantos como uno de sus accionistas de referencia y al que, según Bárcenas, el PP había inyectado más de 400.000 euros directos de la Caja B. La hija de Ana María Vidal-Abarca, fundadora y antigua presidenta de la AVT, también publica artículos en el blog de la fundación de Mayor Oreja.

Federico Jiménez Losantos

La relación de Vox con el activismo de las víctimas de ETA está más que clara. Cuando en octubre de 2013 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) tumbó la Doctrina Parot, lo que implicó la excarcelación de diversos miembros de la banda terrorista, Abascal, por aquel entonces aún en el PP, fue de los que entendió que su partido no había hecho lo suficiente para evitar cumplir esa sentencia.

El propio Abascal en la carta en la que anunció el abandono de la militancia del PP, un mes después de la sentencia del TEDH, reconoció que eso había sido “la gota que colmaba el vaso”, aunque sus críticas fueron más allá y acusó a Rajoy de no actuar contra “la corrupción que había afectado al PP”. Abascal se sumaba así al carro de la regeneración, una clara reivindicación de la sociedad después del éxito del 15M dos años antes, y la convertía en uno de los motores de las propuestas de Vox para los primeros comicios a los que se iban a presentar, las elecciones europeas de mayo de 2014.

La primera contienda electoral

Santiago Abascal

Esa pretendida renovación política puede sorprender y no solo por los años que llevaba Abascal en política, sino también por el cabeza de lista elegido: Alejo Vidal-Quadras. Ya desde la fundación de Vox se especulaba con la incorporación del popular, que era crítico con la deriva del partido a cargo de Mariano Rajoy. Vidal-Quadras se acabó sumando al proyecto dos semanas después de su presentación en sociedad. “Fue una estrategia de comunicación que Alejo se sumase más tarde. Teníamos la intención de añadir resonancia a la fundación del partido, pero estaba entre los precursores desde el inicio; es más, era el líder indiscutible”, aclara González Quirós.

Vidal-Quadras fue presidente del Partido Popular en Cataluña, puesto al que llegó después de haber sido nombrado líder de una gestora elegida directamente por Aznar. Además de diputado autonómico, senador y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, también fue eurodiputado entre 1999 y 2014, incluso ostentó el cargo de vicepresidente del Europarlamento durante sus últimos diez años en la cámara.

Vox obtuvo 246.833 votos en las europeas de 2014, pero esos sufragios no fueron suficientes. El nuevo partido se quedó a menos de 2.000 papeletas de quitarle a Ciudadanos su segundo y último eurodiputado y conseguir que Vidal-Quadras volviera al Parlamento Europeo después de quince años de actividad ininterrumpida en la cámara.

Alejo Vidal-Quadras

Más de cuatro años después parece que Vox vuelve con fuerzas renovadas y lo hace con un liderazgo indiscutible, que recae en la figura de Santiago Abascal, y con la vista puesta, de nuevo, en las próximas europeas, que se celebrarán en mayo de 2019. Eso sí, previo paso por las andaluzas del 2 de diciembre, para las que incluso el CIS les pronostica un diputado (por la provincia de Almería).

La lista para el Parlamento Europeo, salvo sorpresa de última hora, en 2019 no volverá a estar encabezada por Vidal-Quadras. El exeurodiputado abandonó el partido en 2015, junto al primer presidente de Vox, el propio González Quirós, preocupados por la dispersión del voto de la derecha ante “el auge de la propuesta populista de Podemos”, según contaron ellos mismos.

Lo que no mencionaron en su carta de renuncia fue que las discusiones internas en el partido eran muy fuertes. Seguí, que había dejado Vox meses antes,  acusó a González Quirós de lucrarse gracias al partido. Muchos otros, como Camuñas, también abandonaron la formación y hoy ya solo quedan tres de los diez fundadores: el propio Abascal, Ortega Lara e Iván Espinosa de los Monteros –hijo de Carlos Espinosa de los Monteros y Alto Comisionado por la Marca España nombrado Rajoy.

Esperanza Aguirre entrega a Carlos Espinosa de los Monteros el premio ‘Español ejemplar’ de la Fundación DENAES en 2012.  
Esperazna Aguirre entrega a Carlos Espinosa de los Monteros el premio ‘Español ejemplar’ 
de la Fundación DENAES en 2012.  

El partido creado a la derecha del PP se ha ido radicalizando en todos estos años. A la defensa de las víctimas de ETA y la lucha contra el independentismo catalán han sumado un discurso xenófobo similar al del Frente Nacional de Marine Le Pen. González Quirós, uno de los fundadores, define ahora al partido como “radical, identitario, xenófobo y antiinmigrantes”. El Vox de ahora no tiene nada que ver con el partido que creamos; "está más cerca de la ultraderecha que de una derecha liberal, la ideología con que se fundó”, remarca.

A pesar de ello, las relaciones y los piropos con el PP no han cesado. Ya decía Aznar en un mitin del PP en 2015: “Si alguna vez me tiene que renovar alguien, que me renueve Pablo Casado, que es un tío fantástico”. Lo que no se sabe es si es el expresidente prefiere a un “tío fantástico” o a “un chico lleno de cualidades”, como definía a Santiago Abascal hace tan solo unas semanas en El programa de Ana Rosa.

FUENTE: ctxt.es
Sergio Sangiao
28/11/2018

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