Dos pilotos, probando un nuevo avión de combate, despegaron de la base aérea de Tres Cantos en Madrid y cuando sobrevolaban la provincia de Guadalajara, a uno de ellos le entró un fortísimo dolor de barriga, y le dijo a su compañero:
- Tengo un retortijón terrible que apunta a diarrea.
- ¡No me jodas! Todavía nos queda bastante para aterrizar.
- Pues no voy a aguantar demasiado - dijo, rechinando los dientes.
- ¡Tío, tapónate con algo!... ¡No vayas a cagarte aquí dentro, por dios!
El pobre piloto echó mano a lo primero que encontró y, luchando a brazo partido con el mono, logró introducírselo en el ano. Pero a los pocos minutos gritó:
- ¡Ya no puedo más! - y levantando el techo de la carlinga, colocó el culo en el borde y... ¡catapúm! logró evacuar el vientre.
Al día siguiente, la prensa se hizo eco de un hecho insólito que, con grandes titulares, aparecía en primera página:
"Lluvia de mierda en Guadalajara
y un burro muerto de un taponazo"
Citizen Plof
No hay comentarios:
Publicar un comentario