Mientras que a unos se les beatifica (que digo yo que será como tener una manga en el paraíso o algo así) a otros, igualmente asesinados, no se les concede siquiera la posibilidad de que sus cadáveres sean rescatados de cunetas, fosas, zanjas y barrancos, donde fueron tirados por sus asesinos. Ni tan siquiera existe una condena explícita, por parte de la Iglesia Católica, hacia el régimen que lo permitió.
Los familiares de estos otros españoles, sólo desean recuperar sus restos para poder enterrarlos donde crean conveniente y rendirles el tributo que merecen. Y si esto abre heridas, pues que las abra. Todos sabemos que las heridas cerradas en falso, nunca acaban de sanar.
En el fondo "los de siempre", siguen empeñados en ocultar parte de la historia, ya que no les conviene que se airee. Saben que mancha, y no es de tinta precisamente.
He ahí el porqué de su inquina hacia la Ley de la Memoria Histórica.
Ciudadano Plof
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