Hace ya un año que se fue de nuestro lado, pero su entereza, su afabilidad, su sonrisa, su voz... habitarán para siempre en nuestros corazones, y aunque "el tiempo, el implacable, el que pasó, siempre una huella triste nos dejó" * el brillo de su integridad como persona, oculta en parte la tristeza de su ausencia.
Fue un hombre valiente, culto, honrado, que, además de ser cantautor y escritor, se adentró en el terreno de la política, participando en 1976 en la creación del Partido Socialista de Aragón, presentándose más tarde al Senado por Izquierda Unida. Posteriormente, como miembro de Chunta Aragonesista (CHA), fue elegido diputado por Zaragoza entre los años 2000 y 2008. Vehemente y apasionado, llegó a protagonizar en el Parlamento Español, encendidos enfrentamientos verbales con determinados miembros del PP que, a diario se encaraban con él, dirigiéndole frases como "vete con la mochila a Teruel". Fue cuando alguien le dijo "qué me dices cantautor de las narices", impidiéndole hablar, cuando ya no aguantó más y les espetó aquel famoso "a la mierda" que ha quedado para la historia del Hemiciclo.
Dotado de un amplísimo bagaje cultural, destacaba frente a aquella caterva de "canchanchanes" descerebrados (representantes del pueblo español... ¡que el cielo nos asista!) que se atrevían a tildarlo de pueblerino, cuando ninguno de ellos alcanzará jamás, ni por asomo, la estatura moral de este hombre sencillo, humilde, de firmes convicciones, comprometido siempre en la defensa de la libertad.
(*) Pablo Milanés