LA MARCA BLANCA

Viendo venir la caída del Imperio Mariano, el PP ha decidido, ladinamente, cambiar su estrategia e ir trasvasando su "potencial"  hacia una nueva línea, hacia una marca blanca de la derecha española denominada Ciudadanos (aunque ellos se definen como centristas), nacida en Catalunya para más inri, y a la que intentan acceder diferentes miembros del Partido Popular, con la intención (supongo) de hacerse con el control que hoy detenta Albert Rivera, ex-miembro del PP* y actual presidente de Ciudadanos, exacerbado antinacionalista y, entre otras cosas, defensor a ultranza de la tauromaquia: "Fiesta Nacional", al fin y al cabo.

Albert Rivera

De todas formas, los dirigentes de Ciudadanos, conocedores de la desbandada de "roedores" que se les ha venido encima, han optado por contratar una agencia de detectives que investiga a los nuevos miembros, para evitar que corruptos  o "topos" de otros partidos, les infesten las listas electorales.

Este pobre país: empobrecido por la rapiña desmesurada de la clase dirigente, no puede permitirse seguir inmerso en esta farsa democrática.

Tomando prestada una frase de la jerga taurina, diría que hay que "cambiar de tercio" cuanto antes, y "ellos", amparados en el eterno bipartidismo, no lo van a hacer; así que, de cara a las elecciones, no tenemos otra opción que negarles el pan y la sal.

Bueno, para quitarle un poco de hierro al asunto, permítanme, haciendo un chiste fácil, dejarles una sencilla recomendación:

Aunque todos los ciudad-anos seamos culos de ciudad, 

no nos los pongamos por cabeza. 

(*) Según fuentes del Partido Popular, Albert Rivera permaneció afiliado durante 3 años, aunque él niega haber pagado cuotas, ni haber tenido carné del PP.

Ciudadano Plof