No es de mis humoristas preferidos, y como orador, en este caso en concreto, deja bastante que desear (a no ser que se deba a un problema de grabación) pero lo que nadie puede negarle es que, "CON DOS COJONES", expresa verdades como puños, en un acceso de justa cólera que todos los ciudadanos deberíamos compartir.
Personalmente, yo le habría suprimido el minuto y medio del final.
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