26/3/13

¿DIFAMACIÓN O CONNIVENCIA?

El Vaticano denuncia una campaña de difamación contra el papa Francisco I, promovida por elementos de la "izquierda anticlerical".

El portavoz del Vaticano ha tachado de "calumnias" las informaciones sobre una supuesta colaboración del Papa con la dictadura argentina.  

Monseñor Federico Lombardi

Monseñor Lombardi salió así al paso de las informaciones aparecidas en estos días, tras la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como papa, referentes a sus actuaciones durante la dictadura militar argentina. "Jamás ha habido una acusación creíble contra él. La justicia argentina lo interrogó pero como persona informada de hechos y jamás fue imputado por algo", subrayó el portavoz.

Lombardi agregó que Bergoglio "hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura" y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires "pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho bastante durante el periodo de la dictadura".

Las acusaciones se refieren a una supuesta colaboración de Francisco con la dictadura argentina. Insinúan que el actual Papa pudo ayudar a la detención de dos jesuitas. 


Franz Jalics

Sin embargo, se ha difundido que uno de los afectados, el jesuita Franz Jalics, uno de los sacerdotes secuestrados por la dictadura argentina siendo Jorge Mario Bergoglio Provincial de la orden en Buenos Aires, está "en paz" con el papa Francisco, según fuentes de la orden.

El sacerdote, de origen húngaro, vive desde 1978 en Alemania y, actualmente, en la pequeña localidad bávara de Wilhelmsthal, junto a Kronach. Viajó hace unos años a Buenos Aires, por invitación del arzobispado de la capital argentina, y "abordó la cuestión", indicaron fuentes de esa orden en Múnich a la edición digital del semanario Der Spiegel.

Jalics fue secuestrado en 1976, junto con el también jesuita Orlando Yorio, cuando ambos ejercían el sacerdocio en una villa miseria bonaerense en tiempos de la dictadura argentina (1976-1983).

Orlando Yorio

Los dos jesuitas fueron liberados tras cinco meses de torturas. Yorio murió en 2000 en Uruguay, mientras que Jalics se refugió en la meditación para sobrellevar la experiencia sufrida.

El sacerdote tiene actualmente 85 años y sigue consagrado a los ejercicios espirituales contemplativos, apunta la radio pública bávara Bayerischer Rundfunk (BR).

El propio Jalics ha rehuido hacer declaraciones y el único pronunciamiento ha sido a través del portavoz de la orden jesuita de su distrito a Der Spiegel y a medios bávaros.


Jalics está ahora de viaje por Hungría, hacia donde partió "recientemente", al parecer para una estancia de varios meses largamente planeada, indicaron las fuentes jesuitas a la emisora pública bávara.

El portavoz de la orden dejó asimismo claro que Jalics no se ha "escondido" para evitar el revuelo mediático, que su viaje no tiene nada que ver con la elección del Papa y que se espera regrese a Alemania el próximo 10 de mayo. De acuerdo con ese portavoz, Jalics no tiene intención de hacer declaración alguna sobre Bergoglio.

PREGUNTAS DE ESTE CIUDADANO:

¿Y el silencio cómplice de la Iglesia para con la dictadura?

¿Y si la campaña de difamación es un sin sentido, para qué se necesita tal contrataque mediático?

¿Y por qué es siempre un portavoz de la orden jesuíta, quien habla por boca de Franz Jalics, y nunca él mismo?... ¿No quiere, no sabe o no lo dejan?

¿Y qué distancia existe entre hacer mucho y no hacer bastante?

También es "casualidad" que el viaje de Jalics coincida exactamente con la entronización de Bergoglio.

Recuerden aquellos versos de Don Ramón de Campoamor:

"En este mundo traidor / nada es verdad ni es mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira".

Si es rojo, lo verán rojo, si es azul, azul, pero si es negro... ¡¡¡no verán nada!!!

Hablo de ese demonio que llamamos conciencia.

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