- No abuela, erecciones no... ¡elecciones!
- ¡Ni que fuéramos chinos! Pues en mi época se decía con erre, y las chicas más espabiladas hablábamos de unas buenas erecciones (cuando las había). ¿Y ahora qué es lo que pasa? ¿que los cipotes andan descafeinados y no... digo, des... ¡bueno! yo sé lo que me digo, y hasta la palabra ha perdido potencia?
- ¿De las erecciones de Su Eminencia?... ¡Válgame dios!... ¿Pero a dónde vamos a llegar? Claro, ahora con eso del "Internés", se saben las intimidades de todo el mundo... ¡hasta las del clero... !... ¡Jesús, Jesús!... ¡Ave María Purísima!
- Anda abuela, déjame que te cambie las pilas del sonotone, que no das una.
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