"Willy Toledo ha dormido en un calabozo mientras la ultraderecha campa a sus anchas"
Willy Toledo siendo detenido
Hay una idea que flota, pesada, en el ambiente:
esto no va contra Willy, sino contra la libertad de expresión.
Por el micrófono pasan humoristas, escritoras, feministas, políticos y activistas, dejando atrás la sensación de que el régimen, el Estado, el sistema o sabe dios quién no persigue a un hombre, sino su rebeldía. Hablan de él como un símbolo: de la libertad de expresión, de la defensa del feminismo, de la lucha antifascista. Fuera había quien apelaba a su sacrificio, sin llegar a calificarlo como mártir, aunque en la vigilia de su declaración ante un juez faltaba el cristo.
El actor fue arrestado a las tres de la tarde de ayer. Una hora después, su abogado, Endika Zulueta, era informado de que su cliente había sido privado de libertad, un eufemismo que venía a decir que permanecería durante toda la noche en el calabozo. Willy Toledo no iba a estar presente en cuerpo, pero sí en alma, en la Vigilia en apoyo de Willy Toledo. El acto, convocado por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, tenía como lema Cagarse en dios no es delito, es libertad de expresión.
El detenido había apuntado demasiado alto. En julio de 2017, se solidarizó con tres feministas encausadas por organizar hace cuatro años en Sevilla la procesión de la Anarcofradía del Santísimo Coño Insumiso, que llevaba en andas eso mismo. Le llamó "energúmena" a la jueza por abrir juicio oral contra las mujeres, porque según ella el acto solemne constituía un escarnio al dogma de la santidad y la virginidad de María, la virgen. “Yo me cago en dios”, escribió Toledo en Facebook.
Anarcofradía del Santísimo Coño Insumiso
Luego añadió que le sobraba mierda para hacer lo propio en la susodicha creencia: “Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda. Viva el Coño Insumiso”. La Asociación Española de Abogados Cristianos, que ya había demandado previamente a la Anarcofradía, lo denunció porque consideraba que sus comentarios constituían un delito contra los sentimientos religiosos.
Tras negarse en dos ocasiones a presentarse ante el juez, éste dictó una orden de detención, al tiempo que Toledo le mandaba un recado a la policía: anoche la estaría esperando en la vigilia, que tuvo lugar en el madrileño Teatro del Barrio, pero los agentes tomaron la delantera.
La afluencia de asistentes, pese a su ausencia, desbordó el local. Con la grada a rebosar de un público heterogéneo, muchos de los que acudieron a solidarizarse con el actor tuvieron que quedarse fuera. “¿Se puede hacer algo? ¿Firmar en algún sitio?”, le preguntaba al personal de la sala una joven que no pudo entrar. Dentro, algunas caras conocidas, aunque no todas agarraron el micrófono, que permaneció abierto durante una hora “para que el pueblo se exprese con la libertad que el Estado represivo borbónico franquista nos niega”, como había escrito el detenido en Facebook.
Todos rogaron una oración por la libertad de Willy Toledo, incluso el portavoz de Europa Laica, quien elogió su “coraje cívico” antes de cargar contra los denunciantes, quienes según él “están al servicio de la Conferencia Episcopal con la complicidad de algunos jueces y fiscales”. Quizás sus querellas no prosperen y lo saben, dijo, pero no importa, porque su objetivo es quejarse ante las instituciones europeas de que España es un país intolerante con la religión. “Aquí nadie puede meterse con los dioses, porque el sistema judicial está trufado de sectarismo católico”.
Plenaria de la Conferencia Episcopal Española
FUENTE: publico.es
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