EL CULTO AL CONSUMISMO

El Sistema ha sacado de su profunda chistera consumista un oscuro conejo, al que no ha tenido reparos en llamar VIERNES NEGRO.

Esto ha generado entre la población un despiporre total por comprar cosas, muchas veces innecesarias e incluso inútiles y absurdas. Una vorágine consumista que -si se fijan bien, como los búhos- verán que las empresas hacen coincidir con el cobro de las pensiones (aproximadamente 9 millones en España) cuyo importe total asciende este año a 139.647 millones de euros, de las que esperan sacar tajada. 

Tengan en cuenta que uno de cada cuatro hogares de este "pís" está mantenido exclusivamente por las pensiones de los abuelos, y aunque no está la cosa para muchos dispendios, si sobra alguillo, la familia en peso se lanzará a comprar, a tontas y locas, hasta que el bolsillo aguante, para cumplir con el jodido rito consumista.

Resulta que ese conejo del que hablo, sobrealimentado por la publicidad, va creciendo desmesuradamente. Comenzó siendo conejo de un sólo día y ya va por tres. ¡Sí, amigos!, Viernes ha crecido y ya ocupa todo el fin de semana. Así que prepárense para el futuro, porque si no nos lo quitamos de arriba, acabará copando el año entero.

Aunque a más de uno le haría ilusión que la vida fuera un viernes eterno, para poder comprar sin pausa, sin control y sin tino.

Y es que todo se va en comprar... comprar... comprar... ¡¡¡Y eso que no hay dinero!!!

¡Coño! Paren un poco que van a gastar el jodido verbo.

Citizen Plof