Terraza de acceso al Museo Histórico Militar de Melilla. MDE.ES
Así lo constató Jon Iñarritu, diputado de la coalición política vasco-navarra Amaiur cuando, al visitar el pasado mes de diciembre la ciudad autónoma, con el fin de conocer la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros, se encontró con la existencia de vestigios del régimen anterior, lo que le llevó a denunciar tal situación y, aportando fotografías de los mencionados símbolos, pedir explicaciones al gobierno, que se limitó a responder que:
"Sólo son tres placas de bronce que figuraban en edificios militares y que fueron trasladados al museo melillense, ya que, se consideraron elementos ornamentales que aludían a acontecimientos pasados con lenguaje de la época".
Aún cuando la Ley de la Memoria Histórica exige su retirada, determinadas instancias del Ejecutivo siguen manteniendo símbolos que no sólo ensalzan a los vencedores de la guerra civil, sino que continúan utilizando aquel lenguaje que les era propio, con frases tales como: "gloriosa cruzada" o "liberación nacional".
Continúan, por tanto, los vestigios del franquismo adornando calles, plazas e incluso edificios públicos melillenses, hasta el punto de llegar a preguntarnos:
¿Será Melilla el último bastión franquista?
Ciudadano Plof
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