- Oye, mi niño, ¿eso lo dicen en tu casa?
- ¡No! Me lo enseñaron hoy en la escuela. Respondí
- ¿Pero… en tu casa son de derecha o de izquierda?
Me miré ambas manos, y caí en la cuenta de que toda mi familia usaba la misma para comer, por lo que respondí con total convencimiento:
- ¡Todos de derecha!
Y seguí jugando tan contento.
¡Je! Con los años me enteraría de que mi abuelo paterno, que fue quién me crió, seguía siendo anarquista.
Ciudadano Plof
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