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2/10/15

OTRO REGALO ELECTORAL

El Gobierno prepara otro regalo electoral: una subida general de sueldos a militares en la reserva


Para complacer a los militares 'prejubilados' eliminará un recorte impuesto por Felipe González hace 25 años

El Tercio de Armada despide a su comandante en la celebración de su pase a la reserva, 
en el Cuartel de San Carlos-Batallones de Marina (San Fernando). ARMADA

El Gobierno de Mariano Rajoy tiene en el horno otra medida electoralista con la que espera complacer a un cuerpo al que el PP no tiene particularmente contento por sus medidas de recorte de personal, condiciones laborales y la gestión del auge soberanista catalán: los miembros de las Fuerzas Armadas.

El Ejecutivo conservador prepara un proyecto de Real Decreto para subir el salario de los militares de carrera en la reserva. Esta medida se llevaría a cabo mediante la eliminación del recorte en el complemento de disponibilidad de su prestación, tal y como publica El Confidencial Digital y ha podido confirmar este medio mediante fuentes militares. Dicho recorte, establecido actualmente el 80%, volvería a ser del 100%.

   
Felipe González

Fue Felipe González quien llevó a cabo dicha reducción en su tercera legislatura como presidente del Gobierno, hace 25 años. Sobre el papel, esta subida iría ascendiendo gradualmente desde los 80 euros mensuales más que percibiría un soldado (que se sumarían a los 333 actuales) a los en torno a 500 euros de un general (que ya cobran 2.229 correspondientes al 80% del complemento).

Sin embargo, dado que el sistema tradicional de promoción del Ejército español —ya modificado— que concedía muchos puntos por la veteranía y el simple hecho de acumular años vistiendo el uniforme, los casos de soldados rasos que pasaran a la reserva han sido residuales: "Lo más normal es pasar a la reserva con el grado de teniente en el caso de los suboficiales, que son ascendidos directamente a este rango al pasar a la reserva, y con el grado de coronel o teniente-coronel en el caso de los oficiales", explican fuentes militares.

  


El número de militares que se encuentran actualmente en la reserva —a la que se accede a partir de los 58 años o cuando se acumula un determinado número de años de servicio, permaneciendo en ella hasta los 65— no es público. No obstante, una estimación de las fuentes militares consultadas por este medio a partir del número de promociones de las academias castrenses, arroja un número de unos 15.000. Los tres Ejércitos suman unos 120.000 militares en activo.
 
"No arregla nada"

Jorge Bravo

Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), ha destacado en una conversación con este medio que el Gobierno ha decidido acometer esta subida salaria a los militares de carrera en la reserva "poco antes de las elecciones", pero sin querer entrar en uno de los problemas principales del personal castrense: el limbo de los militares temporales. Estos, si consiguen acceder a los contratos de larga duración, solo pueden permanecer en activo hasta los 45 años.

Pasada esa edad, pasan a la "reserva de alta disponibilidad", en la que reciben una prestación de unos 600 euros. Encontrar una solución a esta situación, en la que actualmente se encuentran unos cuantos cientos de mujeres y hombres, pero que Bravo denuncia que "pasarán a ser miles, y luego decenas de miles" tras la última reforma de la carrera castrense, debería ser una de las prioridades del Ejecutivo, expone el presidente de la principal asociación de militares española. 


FUENTE: publico.es
Madrid - 29/09/2015

2/6/15

COSAS DEL TRIBUNAL SUPREMO

El TS deja que los militares critiquen al Ejército pero "con moderación y respeto"


En un sentencia hecha pública este jueves, el alto tribunal anula una sanción impuesta al presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo, por criticar que se destinaran fondos para festejos militares.

Militares.

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha respaldado que los militares realicen críticas públicas al Ejército siempre que éstas se expresen "con moderación y respeto" y "mesura". En un sentencia hecha pública este jueves, el alto tribunal anula una sanción impuesta al presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo, por criticar, en dos entrevistas concedidas a medios de comunicación, que se destinaran fondos para festejos militares, como juras de bandera con civiles o bodas de plata de promociones, en época de recortes.

El militar fue multado con un mes y un día de arresto como autor de una falta grave del régimen disciplinario.


Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME)

La resolución recuerda que los militares cuentan también con el derecho constitucional a la libertad de expresión, con los límites derivados de su condición de miembros de las Fuerzas Armadas.

Así, precisa que el subteniente Bravo no utilizó "ninguna expresión insultante o injuriosa" y "no perdió la mesura necesaria ni incurrió en una vulneración del derecho debido a sus superiores".

"De sus manifestaciones sobre la restricción de eventos sociales o festivos no se deduce una amenaza real para la disciplina y la cohesión interna de las Fuerzas Armadas", dice la sentencia. En opinión del alto tribunal, el militar sancionado se limitó a ofrecer "fórmulas de ahorro" de forma respetuosa.


Sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos - Estrasburgo

La sentencia también reproduce varias resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y el Constitucional en las que se señala que la libertad de expresión de los miembros del Ejército debe limitarse, exclusivamente, si existe "necesidad social imperiosa".

Dos de los cinco jueces que integran la Sala han emitido un voto particular. Los magistrados Ángel Calderón y Francisco Javier de Mendoza, discrepan de la mayoría y aseguran que debatir en público reclamaciones de este tipo pone en peligro la cohesión interna de las Fuerzas Armadas.

Madrid - 28/05/2015


Señores jueces discrepantes: ¿Cómo que seguir debatiendo las reclamaciones militares a puerta cerrada? Las Fuerzas Armadas no son propiedad privada de los mandos castrenses, sino del pueblo español, que es quien apoquina los cuartos, a través de los presupuestos generales del estado, y por tanto, nosotros "los paganini", tenemos todo el derecho del mundo a enterarnos de qué se cuece en el seno del ejército y cómo se emplean nuestros impuestos hasta el último céntimo.

        ¿O estoy desbarrando?

¡Ah!... Y el militar Jorge Bravo, no critica a la Institución sino la actuación de sus superiores.

25/3/15

"¡EH TÚ, SINDICALISTA!

Así es el día a día de los soldados que luchan por democratizar el Ejército


Señalados por sus superiores, los militares que intentan defender sus derechos como profesionales se ven obligados a pasar desapercibidos por miedo a represalias de sus mandos: "Para ellos no somos patriotas"

legion
Legionarios desfilando en el día de las Fuerzas Armadas. EFE
Imagine el lector trabajar en un entorno profesional donde, para asegurarse del correcto cumplimiento de sus funciones, el Estado recorta de forma severa su libertad de expresión y sus derechos de manifestación y reunión. Imagine que, pese a encomendarle la protección de la democracia y la Carta Magna, su Gobierno le mantiene fuera del Convenio Europeo de Derechos Humanos mediante una reserva elevada oficialmente. Por último, hágase a la idea de que tiene prohibido sindicarse y de que el mero concepto de intentar salvaguardar sus derechos laborales mediante el asociacionismo está mal visto entre buena parte de sus superiores y compañeros.

Si el lector continúa con el experimento y se imagina en la piel de uno de aquellos que deciden remar a contracorriente y ayudar a sus camaradas como representante de una asociación de militares, tendrá una imagen bastante cercana de la realidad que enfrentan día a día estos soldados españoles.
 

"Dentro del Ejército hay gente que lo ve como algo de rojos, porque le han hecho ver el sindicalismo como algo malo", explica a este medio Germán Sánchez, integrante del Círculo Podemos de las Fuerzas Armadas (FFAA) y militar retirado tras seis años de servicio. 

Sánchez resalta que muchos mandos militares ponen especial cuidado en "hacer notar" a los soldados que se integran en una asociación que "los tienen controlados". "No es que sea un trato vejatorio, pero sí dejan caer que saben quien eres. Te dicen: ¡eh tú, sindicalista! o mira por donde va el sindicalista, para que sepas que te tienen controlado", relata.

"La gente tiene miedo"
 

La afiliación a asociaciones profesionales en el ámbito castrense es mucho menor que en la sociedad civil, o incluso que en otro cuerpo de seguridad de carácter militar como la Guardia Civil. La principal agrupación de uniformados de la Benemérita –que también tienen prohibido sindicarse–, la Asociación Unificada de Guardias Civiles, cuenta con unos 32.000 inscritos, de un total de 80.000 agentes. Su homóloga en las FFAA, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), cuenta con 8.000 entre unos 120.000 soldados.

"La gente tiene miedo de decir que pertenece a una asociación y la mayoría lo oculta hasta que tienen algún problema", expone Marcos Santos, soldado en activo y representante de una de estas agrupaciones militares, dedicadas a "orientar" a los miembros de las Fuerzas Armadas (FFAA) sobre sus derechos y ofrecerles apoyo jurídico.


Santos confirma que algunos mandos "están incómodos" con la presencia de militares asociados. "Si ven que protestas –continúa en su conversación con Público– te buscan las vueltas porque lo ven como una provocación".

"Van contra todo lo que ellos no creen que es adecuado conforme a lo que ellos piensan. Todo vale para defender su cortijo", acusa el soldado. "Nosotros somos la ETA del Ejército, para ellos no somos patriotas", denuncia.

"No hay interés en que conozcan sus derechos"


Mariano Casado, secretario general de AUME y presidente de la sección de Derecho Militar del Colegio de Abogados de Madrid, corrobora que ha conocido "casos en los que la adscripción asociativa" ha provocado "una mayor severidad en el trato" que han recibido los soldados por parte de sus mandos.

"La clave de todo esto es la poca cultura asociativa de las FFAA, la poca capilarización del derecho de asociación como algo normal", adelanta Casado a este medio, expresando que "esa falta de normalidad hace que ser o hablar de una asociación parece que va contra los principios y valores esenciales del ámbito castrense, cuando no es así".


Para el secretario general de la AUME, la causa es que la autoridad es rauda a la hora de comunicar a los militares "sus deberes, que deben conocer porque sí", pero mucho menos diligente a la hora de explicarles sus derechos como soldados: "Es el caldo de cultivo para que se produzcan este tipo de situaciones de miedo y abuso".