¡VENGAN PALOS!

Vuelve a ocurrir lo mismo de hace unos meses (y ahora los que gobiernan son otros). Brutalidad policial pura y gratuita, en este caso contra un grupo de estudiantes del instituto Lluis Vives que se manifestaban en Valencia.

Me gustaría preguntarles a los agentes de las "fuerzas del orden", a los que sean padres:  ¿Si sus hijos hubieran estado en la manifestación, se habrían aplicado con la misma dureza? Pero me temo que me dirían que sí, porque antes que nada son policías. Ya se encarga el Sistema de aleccionarlos bien y lavarles el coco a fondo, para que no duden de que los que tienen enfrente son "el enemigo". Sí, un enemigo con los brazos alzados y las manos vacías, que cuando son apaleados como perros, intentan defenderse como pueden.

Los que dan los palos, no sé si por euforia o por miedo, hay momentos en los que se ciegan y golpean a diestro y siniestro, sin reconocer los rostros de los que tienen ante si, hasta tal punto (fui testigo de ello en mis años mozos) de que un padre diera un porrazo a su hija sin ningún tipo de contemplaciones.

Al día siguiente, cuando le pregunté a mi amiga que había pasado con su padre, respondió:

"El muy... Cuando le enseñé el morado que me había dejado en el hombro, lo único que me dijo es que nadie me mandaba a meterme en esos berejenales. No pude reprimirme y le espeté:

- Joder papá, ¿pero es que tú nunca te echaste a la calle a defender tus derechos?



Pues por lo visto no. Los que cargamos los pianos (también los suyos), sacamos las castañas del fuego (también las suyas), defendemos derechos y libertades (también las suyas) somos siempre los mismos, para que, encima, nos majen a palos.

Ciudadano Plof