Mostrando entradas con la etiqueta Conferencia Episcopal Española. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Conferencia Episcopal Española. Mostrar todas las entradas

1/8/18

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

El Cardenal Cañizares arremete contra la Memoria Histórica porque busca "dividir" y "confrontar"


El Obispo de Valencia y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española critica a quienes buscan “reabrir heridas ya curadas”. Advierte además sobre las “amenazas de destrucción” que, a su juicio, promueven “nacionalismos y secesionismos”.

El cardenal arzobispo de Valencia y vicepresidente de la CEE, Antonio Cañizares.- EFE
El cardenal arzobispo de Valencia y vicepresidente de la CEE, Antonio Cañizares.- EFE

Una plegaria por el olvido. Mientras el gobierno del PSOE avanza discretamente en la retirada de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos –un monumento que, a su vez, dejará de honrar al régimen y servirá para dignificar a las víctimas-, uno de los rostros más populares e influyentes de la Iglesia Católica ha mostrado su absoluto repudio hacia quienes buscan terminar con los honores al dictador. En su última carta pastoral, el Cardenal Antonio Cañizares arremete sin piedad contra la “memoria histórica”. Así, a secas.

Conocido por sus posiciones ultraconservadoras, el actual Obispo de Valencia y vicepresidente de la Conferencia Episcopal ha aprovechado su último escrito del mes de julio para advertir sobre la apocalíptica situación que, a su criterio, vive el mundo en general y España en particular: “grupos enfrentados”, “naciones en lucha”, “confrontación de religiones”, “familias divididas” y “gentes exiliadas” –sin especificar a quiénes se refería- son, a su criterio, algunas de las características del momento actual.

 Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española

En ese apartado catastrófico incluye una “memoria histórica para dividir, para reabrir de nuevo heridas ya curadas, para confrontarse”. Algunos párrafos más adelante, Cañizares asegura que España atraviesa una situación de “división” y “desconcierto”. “No encontramos la unidad, no hallamos la paz, ni alcanzamos la reconciliación entre nosotros”, subraya.

El Obispo tampoco ahorra críticas hacia aquellos que reclaman el derecho a decidir. En tal sentido, señala que “la unidad de la ‘casa común’ que es España” se encuentra actualmente “amenazada de destrucción por secesionismos y nacionalismos que apoyan intereses particulares y, se diga lo que se diga, no son más que ideología”. “Esta situación surge cuando se opone al bien común y al bien de la persona y de la verdad, intereses particulares, ideológicos, de poder; o cuando todo esto está alimentando y conducido por falsos pastores o guías, conductores de los pueblos que en lugar de reunir dispersan, en lugar de servir al bien común de las personas, de los hombres, utilizan, se sirven de ellos, los instrumentalizan”, remarca.
 

El aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo –algo que, a su juicio, genera “división y conflicto”- aparecen también en el texto de Cañizares, quien también cita asuntos como el hambre, la pobreza y la situación de quienes carecen de “un pedazo de tierra donde ponerse en pie, mientras otros nadan en la abundancia o pasan de largo de la miseria de sus hermanos”.

En otras palabras, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal considera que este país enfrenta la “descomposición”, “disgregación” y “desvertebración” de la sociedad. Cañizares señala en su carta pastoral que Juan Pablo II, Benedicto XVI o el actual Papa Francisco son modelos de “verdaderos guías de la humanidad”.

Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II

Precisamente, el Obispo de Valencia cree que la Iglesia tiene la misión de “colaborar en la construcción de la ‘casa común’ y ha de trabajar por la superación de la disgregación, la división, el enfrentamiento, la descomposición, la destrucción, y ofrecer el norte que conduzca a la unidad, que siempre es luz, aurora esperanzada de nuevo y grande futuro”. “En Cristo se otea y está el horizonte de ese nuevo futuro, de una humanidad nueva y renovada”, remató.

FUENTE: publico.es
Danilo Albín 
Madrid - 30/07/2018

12/6/16

LA IGLESIA ENTRA EN CAMPAÑA

Los obispos reconocen su preocupación ante un gobierno de Podemos

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, apela al sentido de la responsabilidad de los españoles

La Iglesia entra en campaña: Los obispos piden que no se rompa el marco de convivencia constitucional
Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española

La Iglesia entra en campaña: Los obispos piden que no se rompa el marco de convivencia constitucional pactado entre todos.

En una entrevista en la cadena Cope, Blázquez ha asegurado que nos encontramos "en la encrucijada de nuestra historia" y ha admitido que la Iglesia está "preocupada" ante las decisiones de ciertas instituciones legítimamente elegidas -en referencia a los ayuntamientos gobernados por formaciones vinculadas a Podemos-.


"No terminamos de ver el acierto en sus actuaciones, incluso a veces nos sobresaltan con anuncios, a veces no se sabe si con la intención de llevarlos a la práctica, otras veces como sondeo social, a ver cómo se reacciona", ha señalado.

En este sentido, ha pedido que "no se den bandazos" y que se actúe con sensatez, que el bien común guíe las actuaciones de los partidos frente el propio proyecto político "a veces muy ideologizado".

Blázquez y Rajoy

Ha reclamado que, a la hora de llevar a cabo los cambios que tengamos que hacer, "que pueden ser sugeridos y también convenientes", no nos salgamos de la órbita de la forma de convivencia fundamental que nos dimos los españoles en una época de consenso.



La Iglesia visiblemente preocupada por si, posibles bandazos anticlericales de las instituciones, pueden restarle réditos.

Cómo no, siempre mirando antes por sus propios intereses que por el bien común.

14/8/15

OCULTACIÓN DE DOCUMENTOS

La Iglesia oculta documentación sobre el asesinato de un religioso español en el Chile de Pinochet


La Conferencia Episcopal Española y el Arzobispado de Valencia mantienen bajo llave los archivos de Antonio Llidó, el sacerdote desaparecido en octubre de 1974. Hace pocos días murió uno de sus verdugos, el siniestro general Manuel Contreras.

Antonio Llidó, el sacerdote español desaparecido en Chile en octubre de 1974.

Silencio, silencio y más silencio. Desde hace 41 años, los familiares del sacerdote valenciano Antonio Llidó, secuestrado y desaparecido por la dictadura de Pinochet, suelen toparse con esa maldita palabra. Su cadáver, al igual que en otros miles de casos registrados en ese país, jamás apareció. Uno de los verdugos que podía conocer su suerte, el general Manuel Contreras, ex jefe de la Policía Secreta chilena, moría el pasado viernes. En un enésimo gesto de crueldad, decidió llevarse la verdad a la tumba.

Silencio en Santiago de Chile, pero también en Valencia. Según ha podido confirmar Público, las autoridades eclesiásticas españolas aún se niegan a entregar los documentos relacionados con este caso. El historiador Mario Amorós (autor del libro Antonio Llidó, un sacerdote revolucionario, publicado en 2007 por la Universidad de Valencia) quiso conseguirlos, pero desde el Arzobispado le respondieron que debían pasar 50 años para que los archivos fuesen descatalogados.
 

 Augusto José Ramón Pinochet Ugarte

Amorós también recurrió al archivo de la Conferencia Episcopal Española, concretamente al apartado sobre los curas enviados a América. La respuesta fue parecida: el silencio, en este caso, se elevaba hasta los 100 años de ocurrido el secuestro de Antonio, quien se había desplazado a Chile para trabajar en zonas empobrecidas. También fundó “Cristianos por el Socialismo” y se comprometió con la lucha por los más desfavorecidos. Cuando Pinochet derrocó al presidente Salvador Allende, su condena ya estaba escrita.

“Si algo malo me ocurriera, quiero que tengan claro que mi compromiso con esto que hago ha sido libremente contraído, con la alegría de saber que esto es exactamente lo que me corresponde hacer en este momento”, escribió a sus familiares en septiembre de 1974, justo un año después de instalado el terrible régimen dictatorial.

  Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda "Mamo"

El 1 de octubre de ese mismo año, Antonio fue secuestrado por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) al mando de Manuel Contreras. Entonces empezó su periplo por el horror: primero lo torturaron en el campo de concentración denominado José Domingo Cañas. Luego lo llevaron a Cuatro Álamos, otro centro de detención, donde fue visto por algunos sobrevivientes. Quienes estuvieron con él cuentan que estaba destrozado, pero aún así seguía dando ánimos a sus compañeros de martirio. Allí se pierde, para siempre, su rastro.

“Nos quedamos sin saber dónde están sus restos”, comenta a Público su hermana, Josefa Llidó. Durante las últimas cuatro décadas, esta mujer movió cielo y tierra para tratar de conocer la verdad sobre lo ocurrido con Antonio. Gracias a su lucha, en 2008 la justicia chilena condenó a Contreras y a otros tres agentes de la DNA como responsables del secuestro y desaparición del sacerdote valenciano. “Para nosotros fue un alivio”, reconoce.
 
 Contreras y Pinochet

Hace pocos días, Josefa recibía la noticia de la muerte de Contreras, “un tipo que hizo todo el daño que pudo y que murió en prisión, con todas las garantías que no tuvieron sus víctimas”. “Él debía saber dónde están los restos de Antonio y de muchos más, pero siempre lo negó”, lamenta esta mujer. Precisamente por eso, el nombre de su hermano sigue formando parte de los largos listados de desaparecidos por el régimen de Pinochet.

“Solidaridad cristiana”

Entrada al centro de torturas de Villa Grimaldi (Chile)

Torturado en las mazmorras de Chile… y olvidado en los templos de España: además de ocultar los documentos relacionados con este caso, el Arzobispado de Valencia jamás ha rendido ningún tipo de homenaje ni reconocimiento a este cura. “Ni la Iglesia de Valencia ni la Conferencia Episcopal Española han hecho ningún gesto de interesarse por la suerte de Antonio Llidó. Nunca ha habido una palabra del Obispo de Valencia de preocupación, o incluso de solidaridad cristiana hacia un sacerdote que murió junto a los pobres de Chile. Nunca hicieron nada”, remarca Amorós.

En su libro, el historiador rescató el testimonio prestado en junio de 2003 ante la justicia chilena por el obispo luterano Helmut Frenz, quien había llegado a entrevistarse con Pinochet para reclamar por la vida de Llidó. “Ése no es un cura, es un terrorista, un marxista; hay que torturarlo, porque de otra manera no cantan”, respondió el soberbio dictador. Era el 13 de noviembre de 1974. Cuatro décadas después, sólo queda el silencio. 



FUENTE: publico.es
Bilbao - 11/08/2015