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5/2/19

ÚLTIMOS GOLPES DE ESTADO EN AMÉRICA LATINA: CRONOLOGÍA

En palabras de la presidenta legítima de Brasil, Dilma Rousseff:

“En el pasado con las armas, y hoy con la retórica jurídica, nuevamente pretenden atentar contra la Democracia y contra el Estado de Derecho”.

Es muy largo consignar la historia de  intervencionismo de la política exterior estadounidense en América Latina y todo el mundo. Hoy es un hecho que ha cambiado, su forma de operar, en correspondencia con los tiempos y sus complejidades.

Cronología: Golpe de Estado en América Latina
 Dilma Rouseff - Foto: Reuters
 
Todo indica que al menos en América Latina, EEUU pasó del “hard power”, poder duro, al “smart power”, poder inteligente. Vale decir, EEUU seguirá defendiendo sus intereses pero ya no privilegiara la utilización de la violencia masiva, idealmente tampoco la intervención de las FFAA, y esta vez con un fuerte protagonismo, no de militares, sino de civiles quienes se identifiquen con su proyecto de sociedad neoliberal y defiendan los privilegios de la élite. 

Hoy la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) y la Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), entre otras iniciativas, juegan un papel muy importante, en conjunto con otras clásicas, como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) como la Nueva Escuela de las Américas (WHINSEC, actualmente) que sigue dando adoctrinamiento a la mayoría de las FFAA de América Latina.

¿Para qué són los golpes de estado? 


Violentos o inteligentes, disfrazados de legalidad o no, los golpes de estado han sido el mecanismo que EEUU y las oligarquías nacionales utilizan para recuperar el poder cuando sectores progresistas o populares, por la vía de la democracia occidental, representativa, acceden al gobierno, y comienzan a realizar reformas sociales que buscan el bienestar de amplias mayorías. Entre estas medidas, la nacionalización de los recursos naturales es de las más importantes.

Bajo la retórica y las banderas de la defensa de la democracia y de la libertad, los golpes de estado, y el intervencionismo estadounidense, nunca han perseguido esos grandes ideales. La historia ha demostrado todo lo contrario.

¿Democracia para quién?, solamente para quienes tengan el suficiente poder que da el dinero: las clases o sectores privilegiados de cada país, de los EEUU y sus empresas trasnacionales, que viven de la explotación de los recursos naturales de nuestros pueblos, que son bienes comunes de todos, y del dinero que genera el trabajo de los trabajadores.

Henry Kissinger, 56º Secretario de Estado de EE.UU.

Cuenta Peter Kornbluh, del National Security Archive en Washington, que el 15 de septiembre de 1973, varios días después del golpe de estado en Chile, contra Salvador Allende, Nixon llamó a Kissinger nuevamente.

- ¿Nuestra mano se mantiene oculta en esto?

- No lo hicimos nosotros -responde Kissinger- Quiero decir, les ayudamos. Creamos las máximas condiciones posibles…

2002: Intento de Golpe de Estado en Venezuela

Pedro Carmona autojuramentándose como presidente de Venezuela

El 12 de abril del 2002 la oposición venezolana, con apoyo de los militares, consuma un golpe de estado en Venezuela sacando por la fuerza al Presidente Hugo Chávez. En cadena nacional, el General Lucas Rincón, anunciaba que se le había solicitado la renuncia al Presidente y que este había aceptado. Sin embargo, Chávez había sido hecho prisionero.

Consumado el golpe, Pedro Carmona, acompañado de políticos de la ultraderecha venezolana y representantes de la Iglesia Católica, se autojuramenta como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. 

Una gran movilización popular se realiza alrededor del Palacio de Miraflores y militares leales rescatan al Presidente Hugo Chávez, democráticamente elegido, y en menos de 48 horas retoma el poder. 

Hugo Chávez tras ser liberado por fuerzas leales

Dos años después, el 2004, el gobierno venezolano denunció ante la OEA la injerencia del gobierno de EEUU y de organizaciones estadounidenses en el golpe de Estado; al mismo tiempo resolvió retirar a sus soldados del entrenamiento en la Escuela de las Américas.

Entre los militares que encabezaron el intento de golpe de estado, figuraba el general Efraín Vázquez graduado en esta academia militar estadounidense.

El embajador venezolano ante la OEA, Jorge Valero, presentó una masa de documentos que demostraron la abierta intervención de EEUU en el golpe. “Funcionarios del Departamento de Estado y de la misión permanente de EEUU ante la OEA -señaló- realizaron el 12 de abril, tanto en el seno de esta organización como ante el cuerpo diplomático un intenso lobby destinado a justificar el golpe de Estado, mientras en Caracas el embajador de EEUU, Charles Shapiro, realizaba una 'visita de cortesía' al dictador Pedro Carmona”.

2004: Golpe de Estado en Haití

Jean Bertrand Aristide, presidente de Haití

El 29 de febrero de 2004, el presidente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide, fue secuestrado por un comando de Fuerzas Especiales estadounidenses con el apoyo de Francia. Ante la opinión pública, se dijo que Aristide había renunciado voluntariamente. 

“Bajo la amenaza de los fusiles M-16 -escribió Thierry Meyssan en Voltairenet- y en presencia de James B. Foley, embajador de los EEUU y de Thierry Burkard, embajador de Francia, Aristide habría firmado una declaración de demisión preparada con anticipación por los golpistas «a fin de evitar un baño de sangre»

En realidad, se sabe actualmente que Aristide rechazó de firmar tal documento y redactó más bien una unas pocas líneas sobre un papel a manera de despedida. Es entonces, cuando "las Fuerzas Especiales lo conducen al interior de un avión blanco, sin matrícula, con destino a Bangui, capital de la República Centroafricana en donde lo esperaban agentes franceses de la seguridad”.

Marines estadounidenses en Haití

El  diario estadounidense The New York Time señaló entonces que “la administración Bush, que anteriormente había estado renuente a sugerir que un presidente electo renunciara, cambió su postura en los últimos días, por el aumento de la presión y, finalmente, instó encarecidamente a Aristide a renunciar”. Ese mismo año, EEUU envío un alto contingente de marines a Haití. 

El presidente George W. Bush dijo: “El gobierno cree que es esencial que Haití tenga un futuro esperanzador. Este es el comienzo de un nuevo capítulo”. La realidad refuta este planteamiento. 

2008: Intento de Golpe de Estado en Bolivia

El presidente Evo Morales, dirigiéndose a la multitud

El 11 de septiembre del 2008, se produce una masacre sangrienta, en el departamento de Pando, en Bolivia. Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia, señaló que este hecho fue “el corolario de una escalada de complot, conspiración y sedición cívico-prefectural” organizada con el apoyo de EEUU y frustrada “gracias a una enorme movilización social, a las decisiones del poder ejecutivo y, fundamentalmente, a la detención del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández”.

Estamos asistiendo, dijo, “al mismo libreto” urdido cada vez que en nuestros países “se pretende instalar procesos de transformación profunda que tratan de recuperar la soberanía, la dignidad, los recursos naturales”.

“Tenemos que establecer una nueva agenda, nuevas reglas del juego para definir nuestra relación con los EEUU; una relación que ha estado empañada fundamentalmente por las acciones sediciosas del propio ex embajador Philip Goldberg, a quien declaramos persona non grata, porque hemos advertido con la mayor objetividad que estuvo alentando esta espiral de violencia en Bolivia”, dijo Quintana.
  
Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia

Desde el 2008 a la fecha, en Bolivia se han registrado otros intentos por desestabilizar al gobierno encabezado por Evo Morales.

Recientemente, se han registrado enfrentamientos de algunas cooperativas mineras con las fuerzas de orden. El ministro boliviano Carlos Romero, indicó que estas son movilizaciones conspirativas y golpistas están “dirigidas a afectar a la institucionalidad del Estado y restituir el régimen de privatización de los recursos naturales”.

“El uso de cooperativas por parte de empresas trasnacionales para intentar privatizar y controlar los recursos mineros de Bolivia es el verdadero trasfondo de las recientes protestas violentas”, dijo Romero

2009: Golpe de Estado en Honduras

Manuel Zelaya, Presidente deHonduras

El 28 de junio del 2009 se produce un golpe de Estado en Honduras donde militares detienen al presidente Manuel Zelaya y lo expulsan a Costa Rica.

Dos de sus cabecillas, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, Romeo Vásquez y el Jefe de la Fuerza Aérea, General Luis Prince Suazo, son graduados de la Escuela de las Américas.

El gobierno de EEUU, mediante el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, confirmó que la base militar de Soto Cano, en Palmerola, Honduras, donde opera la Fuerza Bravo de EEUU, con más de 800 oficiales y soldados norteamericanos, fue utilizada por los golpistas para sacar al presidente Manuel Zelaya del país.

Artífices del golpe de estado

“Latinoamérica entera está con Chávez -dijo Zelaya a Telesur- son dos décadas de profundas reformas en el sistema y 'lógicamente' tienen que detenerlas”.

2010: Intento de Golpe de Estado en Ecuador 

Rafael Correa, presidente de Ecuador

El 30 de septiembre de 2010, se produjo una protesta de policías y sectores militares en Ecuador. El presidente Rafael Correa acude al lugar de la protesta para hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales. Sin embargo, es agredido y secuestrado durante varias horas, en un hospital, siendo rescatado, finalmente, por Fuerzas Especiales, luego de un intenso tiroteo.

De acuerdo a la abogada Eva Golinger, “el 12 de julio de 2005, el jefe de comunicaciones de la División Estratégica de Desarrollo de la USAID en Ecuador envió un correo electrónico a los otros representantes de la USAID en Quito, expresando su preocupación por la influencia ´chavista` en Ecuador”

Cinco años después, este 2015, el presidente de Ecuador, Rafael Correa denunció nuevamente que sectores vinculados al ejército y la oposición tienen planes para tomar la sede del Poder Ejecutivo.

“A través de su cuenta de Twitter, Correa señaló a dos coroneles del ejército como cabezas de la conspiración. El primer apuntado fue Mario Pazmiño, un coronel retirado de las fuerzas armadas, ex jefe de Inteligencia, a quien vinculó como cercano a la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA). En tanto, el otro personaje señalado fue el coronel César Carrión, quien revistaba como director del hospital policial donde el presidente estuvo secuestrado en 2010”, informó Pagina12.

Mª Augusta Calle, presidenta de la CRI

Recientemente, en julio  pasado, María Augusta Calle, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Ecuador, señaló a Radio del Sur que: “El Congreso de los EEUU aprobó un presupuesto de dos mil millones de dólares para 'fortalecer la democracia' en Venezuela, Ecuador y Cuba. En esa propuesta, que se presentó para su aprobación por el Congreso, aparecía que tenían que dar resultados concretos en 180 días”.

La legisladora denunció que los actuales disturbios desatados por la oposición en Ecuador son el fruto de esta financiación estadounidense.“Creo que están trabajando muy rápidamente para ver si al menos aquí en Ecuador logran romper el orden democrático”, agregó.

En una entrevista de Julian Assange al Presidente Correa este último expresó: “Vea, como dice Evo Morales, el único país que puede estar seguro que nunca va a tener golpes de estado es EEUU, porque no tiene Embajada estadounidense”.

2012: Golpe de Estado en Paraguay


El 22 de junio de 2012, el Senado de Paraguay realizó un "juicio express” al Presidente Fernando Lugo destituyéndolo del cargo bajo el argumento que era responsable de los enfrentamientos entre campesinos y policías, ocurridos días antes, en la localidad de Curuguaty, con un saldo de diecisiete muertos.

"Aquí no han destituido a Lugo, han destituido la democracia. No han respetado la voluntad popular", dijo el ex mandatario.

En un reportaje publicado por CIPER, titulado, “Las claves de la destitución de Lugo en Paraguay: Los EEUU y el Impeachment”, se señala que: “El 22 de marzo de 2012, en una ceremonia en el Palacio Nacional, otro director del programa Umbral, el estadounidense Matthew Langhenry, recibió una medalla al mérito de la Policía Nacional paraguaya de manos de su comandante, Paulino Rojas, que durante un año y medio trabajó cerca de USAID en el programa Umbral” que donó 2 millones de dólares en equipamiento a la policía.

Fernando Lugo, presidente de Paraguay

“Rojas -señala la investigación- también había recibido entrenamiento por el FBI en un curso en Virginia en 1998. Tres meses después, Paulino Rojas daría la orden de desalojo que llevó a la matanza de Curuguaty y a la deposición de Lugo”.

“La influencia norteamericana –dice el reportaje de CIPER-  en Paraguay no es sólo un asunto diplomático. A través de donaciones administradas por USAID de más de 100 millones de dólares (en cinco años) a empresas, ONGs y órganos gubernamentales dificilísimos de monitorear, los norteamericanos se garantizaron su proximidad a diversas esferas de poder en Paraguay: 'Actores políticos de todos los espectros nos buscan para oír consejos”, resumió la ex embajadora Liliana Ayala en la misma relatoría confidencial. “Y nuestra influencia aquí es mucho mayor que nuestro rastro'”.

2016: Golpe de Estado en Brasil

El Senado de Brasil destituyendo a la Dilma Rousseff

El 31 de agosto de 2016, luego de un “Impeachment”, el Senado de Brasil destituyó formalmente a la presidenta Dilma Rousseff, por 61 votos contra 20, por supuestos “crímenes de responsabilidad”. Tres años antes, en septiembre de 2013, asumiría la embajada de EEUU en Brasil, Liliana Ayalde quien fuera embajadora en Paraguay cuando el Senado realizara también un “Impeachment” a Fernando Lugo que lo destituyó.

Ayalde, con una larga experiencia, fue directora de la USAID en Colombia, también estuvo en Guatemala, en los años ochenta, y en Nicaragua, en los noventa, fue también subsecretaria de estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, que cubre Cuba, América Central y el Caribe.

En el mismo mes, el periodista americano Glenn Greenwald, con acceso a los documentos del ex agente Edward Snowden, mostró documentos en los que se probaba que la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU tenía interés y vigilaba las comunicaciones de la petrolera de Brasil, Petrobras.


También se informó entonces que las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff estaban siendo monitoreadas por los EEUU.  “En los informes, se incluía la pregunta ¿Brasil, aliado, enemigo o problema?”.

Finalmente, el mismo día, 31 de  agosto de 2016, en que el Senado de Brasil destituyó a la Presidenta Dilma Rousseff, llegó hasta las dependencias del Senado brasileño Michel Temer para tomar posesión de manera oficial como nuevo Presidente del país hasta el  31 de diciembre de 2018.

Temer, informó Wikileaks, habría sido “informante de inteligencia” de EEUU. De acuerdo a un cable de la embajada de EEUU, revelado en este sitio, Temer, habría sostenido reuniones con los diplomáticos estadounidenses el 2006.


FUENTE: telesurtv.net
Pablo Ruiz
05/09/2016
Cuando en América Latina se produce un golpe de estado (apoyado directa o indirectamente por el vecino del Norte) éste solo busca recuperar el control de los recursos en los países que explota, lo demás les importa tres pares.

Fíjense en la fecha del artículo (la he puesto en rojo para ello). Quiero que entiendan que esa cronología no se detuvo ahí; seguirá creciendo... Tiempo al tiempo.

3/2/19

EE.UU. - GUAIDÓ

La alianza para revivir los golpes de estado en América Latina

Trump - Guaidó

Colombia rechazó mayoritariamente los acuerdos de paz en el plebiscito y se muestra dispuesta a una guerra con Venezuela, ¿hay lógica en rechazar la paz interna y promover la guerra externa? A la luz de la historia reciente, es probable, los hechos, más que la propaganda, indican que puede darse una conflagración que involucre varias naciones, en una guerra de incalculables consecuencias e incierto resultado, en el área Andina del continente.

¿A qué obedecería una guerra entre países hermanos, de estas característica? En gran parte, a las nuevas formas de la geopolítica en la disputa por recursos e influencia en el mundo, modelo económico y político, en un contexto multipolar, con EE.UU. dispuesto a volver al modelo proteccionista, mientras China y otras potencias defienden el libre cambio.

En Latinoamérica, hace mucho no se producen guerras binacionales. Un tipo de confrontación y escaramuzas de guerras civiles internas fueron las que se produjeron durante la llamada Guerra fría a partir de los golpes de Estado que impusieron dictaduras y juntas cívico-militares anticomunistas, dirigidos por EE.UU. y con el apoyo de la extrema derecha, entre 1950 y 1980, con el objetivo de frenar el auge de partidos y movimientos políticos contrarios a los intereses económicos de monopolios norteamericanos y eliminar la influencia comunista en la región, garantizando la permanencia de gobiernos satélites de Estados Unidos, y así articular el continente a la disputa global entre el campo socialista y el capitalista.



Sin embargo, los ejemplos más recientes de agresión militar e invasión directa los tenemos en Nicaragua y Panamá. A Nicaragua le impusieron una guerra civil, o guerra de los Contras, tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 contra la dictadura de Anastasio Somoza, quien contaba con el apoyo de EEUU; minada desde adentro y afuera, destruida, cercada y bloqueada económicamente el gobierno sandinista fue obligado a transferir el poder en 1990 luego de una elecciones impuestas, a Violeta Chamorro, para la “transición democrática”.

Panamá fue invadida en 1989 por 26 mil soldados gringos, la excusa del imperio fue que Manuel Noriega, general que gobernó de facto entre 1983 y 1989 y que había sido agente de la CIA, se había convertido en una amenaza y peligro para la seguridad interna de EE.UU. Fue acusado de narcotraficante y extraditado, luego de la masacre y poca resistencia que encontraron, pero para muchos críticos y analistas internacionales, la razón de fondo de la invasión fue recuperar el control sobre el Canal de Panamá, que había sido devuelto al país, luego de los tratados Torrijos-Carter en 1977.

Ahora bien, el modelo que sigue en estos momentos EE.UU. con el objeto de derrocar el gobierno legítimamente constituido de Venezuela, es el que ha seguido en del Medio Oriente. De hecho, en siete países de esta región y África, EE.UU. lleva a cabo operaciones militares directas.

Tropas estadounidensess

La invasión a Irak en el 2003, su destrucción, bloqueo económico y de medicinas, según la revista médica británica The Lancet, causó la muerte de 650.000 iraquíes. No se conocen con precisión cifras de destrucción y muertes en Afganistán, Libia, Yemen, Somalia, Níger y Siria. No obstante, Irak sigue en medio de una crisis y violencia que no ha cesado, fue completamente destruido y su petróleo subastado a las potencias que invadieron. Poco o nada de las promesas de paz, estabilidad, democracia y libertad ha quedado.

La excusa para invadirlos es que eran regímenes terroristas o que apoyaban el terrorismo, y es prácticamente el mismo modelo, con ligeras variaciones, el que están imponiendo en el resto del mundo. El caso más emblemático fue Osama Bin Laden, fundador de Al Qaeda, que pasó de ser agente de la CIA al peor terrorista y enemigo público número uno.

Para lograr su objetivo principal, cambiar un régimen no sometido a su control por uno sometido, generan una gran matriz de opinión con mentiras y falsas noticias, para causar miedo y pánico en la población; en el caso de Irak, repitieron miles de veces que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva, lo que resultó en un completo engaño. Al mismo tiempo, crearon "gobiernos paralelos” dentro o fuera del país, líderes políticos dóciles que tenían o compartían los mismos intereses del gobierno de EE.UU y las potencias de la alianza comprometidas con las agresiones e invasión.

Osama Bin Laden

Con Venezuela han intentado varias estrategias, como el "golpe blando" para desestabilizarla, apoyando una oposición golpista asesina, que prende fuego a aquellos “sospechosos” de ser chavistas o simpatizantes del gobierno, incendian hospitales, atacan escuelas y guarderías, queman vehículos públicos, atacan directamente a las fuerzas armadas y los cuarteles, como se ha visto en las manifestaciones guarimberas de los últimos años. Como no les ha dado el resultado que persiguen, han cambiado la estrategia.

Luego del reconocimiento del verdadero usurpador, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional en desacato de acuerdo al Tribunal Supremo de Justicia, quien concertó los pasos a dar con su protector Donald Trump, un acto considerado traición a la patria en muchos Estados, éste "se autoproclamó presidente interino” y a Nicolás Maduro lo calificó de “usurpador e ilegítimo”, patraña y mentiras difundidas y repetidas por la matriz de opinión internacional que apoya el golpe de Estado.

De hecho, se adelantaron las elecciones presidenciales para el 20 de mayo de 2018, a petición de la oposición golpista, es decir, antes del 10 de enero de 2019 como lo establece la Constitución venezolana en sus artículos 230 y 231. Pero los resultados le fueron adversos a la oposición golpista, a pesar que 6 candidatos se inscribieron y participaron, "elecciones donde Nicolás Maduro fue elegido presidente por 5.823.728 votos de un total de 9.389.056, el 67,84%", por quienes decidieron votar y ejercer democráticamente su derecho al sufragio.

A pesar de las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición,
los observadores internacionales no detectaron mingún tipo de anomalía en las votaciones.

Con la autoproclamación de Guaidó vino automáticamente su reconocimiento como “presidente” por el Grupo de Lima, países cuyos gobiernos de derecha se alinderaron inmediatamente con el golpe que lidera la potencia imperial. Mientras, el “presidente” impuesto ha seguido perfectamente el juego, como un verdadero títere. "Imparte órdenes"nombrando embajador ante Colombia, ante la ONU, pide a otras potencias que retengan los activos de empresas venezolanas, desconociendo y violando completamente las reglas y compromisos del Derecho y tratados internacionales.

La otra arma con que cuentan la oposición golpista y EE.UU., es el cerco, aislamiento y asfixia de Venezuela, como lo han hecho con Cuba por seis décadas sin resultados, impidiendo la compra de medicamentos, equipos médicos y alimentos, bloqueando sus cuentas en oro y activos por ventas petroleras en el extranjero, como el Banco de Inglaterra que se niega a devolver oro por valor de US$ 500 millones. Y más recientemente, el Departamento del Tesoro anunció el congelamiento de 7.000 millones de dólares de PDVSA.

Lo que preocupa realmente de una posible agresión o invasión a Venezuela, son las consecuencias y sus resultados. Se trataría de una confrontación bélica que involucraría a otros países, como Colombia y Brasil, cuyo presidente Bolsonaro, un ex militar que ha aplaudido los golpes militares y las dictaduras en el continente y que está a favor de derrocar el gobierno de Venezuela.

El Grupo de Lima está formado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica

Una guerra contra ella sería provocar un colapso del sistema regional, y Colombia como agente activo, desde su presidente Iván Duque y la diplomacia que improvisa en materia de relaciones diplomáticas y Derecho Internacional, está metida de pies y manos en el plan para derrocar un gobierno con el cual tiene profundas diferencias, y eso los ha llevado a ser proactivos con el golpe de Estado, reconociendo a Guaidó como “presidente”, al embajador que éste acaba de nombrar ilegalmente, como se ha dicho repetidas veces, violando normas del derecho internacional, los protocolos diplomáticos, el orden jurídico interno, la soberanía y el derecho que le asiste a Venezuela a resolver, sin injerencia alguna, sus problemas internos.

El punto neurálgico aquí es Colombia, ya que "EE.UU. posee 7 bases militares en su territorio", lo cual le facilitaría un apoyo no solo logístico sino movimiento de tropas hacia la frontera con Venezuela. Ya el halcón de la guerra, John Bolton, dejó ver la intención que tienen cuando escribió en su libreta "5.000 tropas a Colombia".

La sociedad colombiana también está profundamente dividida, no solo por la crisis y amenaza de invasión a Venezuela, sino que padece graves contradicciones y conflictos. Por un lado, el conflicto armado interno que hace aguas, no se cierra definitivamente y parece que está aún más lejos de resolverse con este gobierno, que ha roto todo vínculo con la guerrilla del ELN a raíz del atentado con bomba a la Escuela General Santander en Bogotá.

 
Bases estadounidenses en Colombia

En este sentido, improvisa en materia de relaciones diplomáticas, cuando le pide a Noruega y Cuba, dos de los países garantes para los diálogos con el ELN, que capture y entregue a Colombia la delegación de esta guerrilla que está en La Habana, a sabiendas de que fue el Estado colombiano el que solicitó a dichas naciones su mediación.

Por otro lado, una sociedad cuyas instituciones sufren una crisis profunda por la pérdida de legitimidad, como la Fiscalía, cuyo jefe, Nestor Humberto Martínez, ha desatado un movimiento ciudadano anticorrupción que pide su renuncia. ¿Cómo va a ir a reclamarle a otro Estado que corrija sus vicios, si no ha sido capaz de afrontar y resolver los suyos?

Finalmente, una sociedad que se pretende democrática pero que con la indiferencia de un amplio sector de ella, ha permitido o consentido el exterminio sistemático de líderes y lideresas de base, campesinos, afros, indígenas, reclamantes de tierras, sindicales, LGTBI, mujeres activistas por sus derechos, ambientalistas, y un largo etc. ¿Con qué autoridad señala de graves los problemas del vecino y lo acusa de dictadura, si en su propia casa le da la espalda a sus connacionales que están siendo asesinados?

Manifestación contra los múltiples asesinatos de indígenas en Colombia

FUENTE: rebelion.org
Oto Higuita
31/01/2019

1/2/19

SÁNCHEZ-AZNAR VS CUBA-VENEZUELA

La posición común de Sánchez contra Venezuela, como la de Aznar contra Cuba

Aznar y González comparten postura

La BBC dice que “la mayoría de los gobiernos de América Latina apoyan la política de Estados Unidos contra Venezuela y la autoproclamación presidencial del opositor Juan Guaidó".

No es cierto. Sólo 16 de los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) comparten la intervención estadounidense y 12 de los 15 gobiernos de la Comunidad del Caribe se han manifestado en contra de la injerencia de Washington. Tampoco acepta el Consejo de Seguridad de la ONU lo que China y Rusia consideran un golpe de Estado.

¿Por qué la Unión Europea, en contra de la mayoría latinoamericana y sin el aval de la ONU, decide secundar la intervención y somete su posición común al imperativo imperial de Trump? La UE, que no tiene su propia política internacional, se unió a la de Estados Unidos en su posición común contra Cuba y tuvo que rectificar (seguidismo de ida y seguidismo de vuelta) cuando Obama restableció las relaciones diplomáticas con la isla.

Trump agradeciendo a Sánchez su apoyo

Aznar condujo aquella posición común de la UE y ahora Sánchez hace lo mismo contra Venezuela. Si en la UE consideran ilegítimo el actual mandato presidencial de Maduro, ¿por qué han esperado a la decisión de Trump para exigir nuevas elecciones en Venezuela?

¿Por qué se suben a la cañonera de Trump en vez de calibrar su propia política autónoma?

La voz de América Latina no es sólo la de los gobiernos autoritarios de Brasil y de Colombia, acompañados ahora por la UE en su supuesta defensa de la democracia. Repito, la mayoría de los gobiernos de América Latina están en contra de la intervención de Estados Unidos que exige un golpe de Estado a los militares venezolanos.

El ministro de defensa venezolano, Vladimiro Padrino López, 
pide que dejen de presionarlo para dar un golpe de estado

¿Por qué la UE no defendió la democracia cuando se produjo el golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, denunciado incluso por la OEA? 

¿Por qué la UE no denuncia que el gobierno de Colombia no ha cumplido con sus obligaciones en el Acuerdo de Paz negociado con las FARC y consiente el asesinato de doscientos defensores de los derechos humanos y de un centenar de guerrilleros desmovilizados?

México y Uruguay reconocen al presidente Maduro y proponen negociaciones en Venezuela. ¿No es esa la actitud que debería asumir la UE? ¿Cabe suponer que, después de democratizar a Venezuela, la UE hará lo mismo con Arabia Saudita?


FUENTE: publico.es
Otras miradas
José Manuel Martín Medem
30/01/2019



Los políticos de EE.UU., Brasil, Colombia, España... defendiendo intereses comunes ¿no?

27/1/19

CARTA ABIERTA A LOS ESTADOS UNIDOS:

"Dejen de interferir en la política interna de Venezuela"


Un grupo de 71 intelectuales, entre ellos Noam Chomsky, pide a la administración de Trump que deje de apoyar a quienes buscan derrocar a Maduro por vías no democráticas

<p>Venezuela, EEUU, petróleo </p>
Venezuela - EE.UU. - Petróleo / PEDRIPOL

El gobierno de los Estados Unidos debe dejar de interferir en la política interna de Venezuela, especialmente con el objetivo de derrocar al gobierno del país. Las acciones de la administración Trump y sus aliados regionales empeorarán casi seguro la situación en Venezuela, lo que llevará a un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad.

La polarización política en Venezuela no es nueva; el país lleva mucho tiempo dividido por las diferencias raciales y socioeconómicas. Pero la polarización se ha profundizado en los últimos años. Esto se debe, en parte, al apoyo de los Estados Unidos a una estrategia de la oposición para destituir al gobierno de Nicolás Maduro por medios extraelectorales. Si bien la oposición está dividida respecto a esta estrategia, "los EE.UU. han apoyado a los partidarios de la línea dura en su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro mediante protestas a menudo violentas, un golpe de Estado militar u otras vías que eluden las urnas".


Bajo la administración de Trump, la retórica agresiva contra el gobierno venezolano se disparó a un nivel más extremo y amenazador, con sus representantes hablando de “acción militar” y condenando a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una “troika de tiranía”. Los problemas derivados de las políticas del gobierno venezolano han empeorado por las sanciones económicas de Estados Unidos, que serían ilegales bajo los parámetros de la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como de la legislación de los Estados Unidos y otros tratados y convenciones internacionales.

Estas sanciones han reducido los medios por los cuales el gobierno venezolano podría haber escapado de la recesión económica, y a la vez han causado una dramática caída en la producción de petróleo y han agravado la crisis económica, causando la muerte de muchas personas que no pudieron acceder a medicamentos que hubieran podido salvar sus vidas. Mientras tanto, los gobiernos de EE.UU. y sus aliados continúan culpando únicamente al gobierno de Venezuela por el daño económico, incluso el causado por las sanciones estadounidenses.


"EE.UU. y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio". Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó como el nuevo presidente de Venezuela –algo ilegal según la Carta de la OEA– la administración Trump ha acelerado drásticamente la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándola a elegir un bando. El obvio y a veces explícito objetivo es expulsar a Maduro a través de un golpe de Estado.

La realidad es que, a pesar de la hiperinflación, la escasez y una profunda depresión, Venezuela sigue siendo un país políticamente polarizado. Los Estados Unidos y sus aliados deben dejar de alentar la violencia presionando por un cambio de régimen violento y fuera de la legalidad.


Estados Unidos debería haber aprendido algo de sus iniciativas de “cambio de régimen en Irak, Siria, Libia" y su larga y "violenta historia de patrocinio de cambios en América Latina"


Ninguna de las partes en Venezuela puede simplemente vencer a la otra. El ejército, por ejemplo, tiene al menos 235.000 efectivos de primera línea, y hay al menos 1,6 millones en las milicias. Muchas de estas personas lucharán, no solo sobre la base de la creencia en la soberanía nacional que se mantiene ampliamente en América Latina, frente a lo que parece ser una intervención liderada por Estados Unidos, sino también para protegerse de una posible represión si la oposición derroca al gobierno por la fuerza.

En semejante situación, la única solución es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades políticamente polarizadas no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones. Ha habido esfuerzos con potencial, tales como los liderados por el Vaticano en el otoño de 2016,  pero no recibieron apoyo de Washington y sus aliados, concentrados en el cambio de régimen. Esta estrategia debe cambiar para que exista una solución viable a la crisis actual en Venezuela. Por el bien del pueblo venezolano, la región y por el principio de la soberanía nacional, estos actores internacionales deben apoyar las negociaciones entre el gobierno venezolano y sus oponentes que permitirán que el país salga finalmente de su crisis política y económica.


FUENTE: ctxt.es
26/01/2019 

Firmantes:

Noam Chomsky, Profesor Emérito, MIT y Profesor Laureate, Universidad de Arizona
Laura Carlsen, Directora, Programa de las Américas, Centro de Política Internacional
Greg Grandin, profesor de Historia, Universidad de Nueva York
Miguel Tinker Salas, profesor de Historia de América Latina y Estudios Chicanos
Sujatha Fernandes, profesora de Economía Política y Sociología, Universidad de Sydney
Steve Ellner, editor gerente asociado de Perspectivas de América Latina
Alfred de Zayas, exexperto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo y único relator de la ONU que ha visitadoVenezuela en 21 años
Boots Riley, escritor / director de Sorry to Bother You, músico
John Pilger, periodista y cineasta
Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política
Jared Abbott, PhD Candidate, Departamento de Gobierno, Universidad de Harvard
Dr. Tim Anderson, director, Centro de Estudios Contra Hegemónicos
Elisabeth Armstrong, profesora del estudio de mujeres y género, Smith College
Alexander Aviña, PhD, profesor asociado de Historia, Universidad Estatal de Arizona
Marc Becker, profesor de Historia, universidad estatal de Truman
Medea Benjamin, cofundadora de CODEPINK
Phyllis Bennis, Directora de Programas, New Internationalism, Institute for Policy Studies
Dr. Robert E. Birt, profesor de Filosofía, Bowie State University
Aviva Chomsky, profesor de Historia, Universidad Estatal de Salem
James Cohen, Universidad de París 3 Sorbonne Nouvelle
Guadalupe Correa-Cabrera, Profesora Asociada, Universidad George Mason
Benjamin Dangl, PhD, editor de Hacia la libertad
Dr. Francisco Dominguez, Facultad de Ciencias Sociales y Profesionales, Universidad de Middlesex, Reino Unido
Alex Dupuy, John E. Andrus Profesor de Sociología Emérito, Universidad de Wesleyan
Jodie Evans, Cofundadora, CODEPINK
Vanessa Freije, profesora asistente de Estudios Internacionales, Universidad de Washington
Gavin Fridell, Cátedra de Investigación de Canadá y Profesor Asociado en Estudios de Desarrollo Internacional, St. Mary’s University
Evelyn González, Consejera, Montgomery College
Jeffrey L. Gould, Profesor Rudy de Historia, Universidad de Indiana
Bret Gustafson, profesor asociado de Antropología, Universidad de Washington en St. Louis
Peter Hallward, profesor de Filosofía, Universidad de Kingston
John L. Hammond, profesor de Sociología, CUNY
Mark Healey, profesor asociado de Historia, Universidad de Connecticut
Gabriel Hetland, profesor asistente de Estudios Latinos de América Latina, el Caribe y los Estados Unidos, Universidad de Albany
Forrest Hylton, Profesor Asociado de Historia, Universidad Nacional de Colombia-Medellín
Daniel James, Bernardo Mendel Cátedra de Historia Latinoamericana
Chuck Kaufman, Co-Coordinador Nacional de la Alianza por la Justicia Global
Daniel Kovalik, profesor adjunto de Derecho, Universidad de Pittsburgh
Winnie Lem, profesora, Estudios de Desarrollo Internacional, Universidad de Trent
Dr. Gilberto López y Rivas, profesor investigador, Universidad Nacional de Antropología e Historia, Morelos, México
Mary Ann Mahony, profesora de Historia, Universidad Estatal de Connecticut Central
Jorge Mancini, Vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)
Luís Martin-Cabrera, profesor asociado de Literatura y Estudios Latinoamericanos, Universidad de California San Diego
Teresa A. Meade, Florence B. Sherwood Profesora de Historia y Cultura, Union College
Frederick Mills, profesor de Filosofía, Bowie State University
Stephen Morris, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales, Middle State State University
Liisa L. North, profesora emérita, Universidad de York
Paul Ortiz, profesor asociado de Historia, Universidad de Florida
Christian Parenti, profesor asociado, Departamento de Economía, John Jay College CUNY
Nicole Phillips, profesora de Derecho en la Universidad de la Fundación, Dra. Aristide Faculté des Sciences Juridiques et Politiques y profesora adjunta de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Hastings
Beatrice Pita, profesora del Departamento de Literatura de la Universidad de California en San Diego
Margaret Power, profesora de Historia, Instituto de Tecnología de Illinois
Vijay Prashad, Editor, El TriContinental
Eleanora Quijada Cervoni, FHEA, facilitadora de educación del personal y mentora de EFS, Centro de Educación Superior, Aprendizaje y Enseñanza en la Universidad Nacional de Australia
Walter Riley, abogado y activista
William I. Robinson, profesor de Sociología, Universidad de California, Santa Bárbara
Mary Roldan - Dorothy Epstein, profesoras de Historia Latinoamericana, Hunter College / CUNY Graduate Center
Karin Rosemblatt, profesora de Historia, Universidad de Maryland
Emir Sader, profesor de Sociología, Universidad del Estado de Río de Janeiro
Rosaura Sánchez, profesora de Literatura Latinoamericana y Literatura Chicana, Universidad de California, San Diego
TM Scruggs Jr., profesor emérito, Universidad de Iowa
Victor Silverman, profesor de Historia, Pomona College
Brad Simpson, profesor asociado de Historia, Universidad de Connecticut
Jeb Sprague, profesor de la Universidad de Virginia
Christy Thornton, profesora asistente de Historia, Johns Hopkins University
Sinclair S. Thomson, profesor asociado de Historia, Universidad de Nueva York
Steven Topik, profesor de Historia, Universidad de California, Irvine
Stephen Volk, profesor de Historia emérito, Oberlin College
Kirsten Weld - John. L. Loeb, profesores Asociados de Ciencias Sociales, Departamento de Historia, Universidad de Harvard
Kevin Young, profesor asistente de historia, Universidad de Massachusetts Amherst
Patricio Zamorano, investigador de estudios latinoamericanos; Director Ejecutivo, InfoAmericas

Gran parte de la actual problemática social venezolana ha sido producida por el desabastecimiento de productos de primera necesidad, generado principalmente por las duras sanciones económicas de los Estados Unidos sobre el gobierno de Nicolás Maduro, que no se pliega a las condiciones del vecino del Norte.