10/8/18

LA DESAPARICIÓN DE LAS CAJAS DE AHORRO

Una retrospectiva


En conversaciones entre amigos comentábamos con cierta nostalgia, la ausencia de la ya olvidada Caja de Ahorros de Jerez, en los actos navideños a través de su colección de villancicos y de las muchas actuaciones que su coro tuvo para recordarnos una parte importante del patrimonio popular y cultural de este pueblo. Recordamos los muchos vinilos y cd’s de flamenco y de carnaval, así como las incontables publicaciones sobre los más variados temas, incluso una Enciclopedia sobre la Provincia de Cádiz, un Diccionario del Flamenco y divulgaciones sobre el patrimonio artístico, etc… 

La Caja de Ahorros de Jerez fue la primera que se creó en España (1834) y, en su tiempo, un referente socio-cultural importante, creando el Club Nazaret o la Escuela de Turismo, siendo el germen de la Facultad de Derecho, y a la que no solamente acudían en busca de patrocinio importantes propuestas, sino también iniciativas por parte de asociaciones de vecinos, grupos culturales de ámbito más reducido, ONG´s… que muchas veces encontraron respuesta positiva para apoyarlas.

Última sede de la antigua Caja de Ahorros de Jerez

Más tarde, nuestra Caja fue absorbida por Caja San Fernando, después vino Cajasol, Banca Cívica y, al final, los catalanes a través de su Caixa

La progresiva politización de las Cajas, en general, acabó metiendo a estas entidades en el negocio inmobiliario y, por desgracia, en el  mundo turbio de la corrupción, y muchos de sus directivos se encargaron de llenarse los bolsillos a través de sueldos astronómicos y, cuando las hundieron, se llevaron importantes indemnizaciones, sin que sus responsabilidades por el saqueo fueran juzgadas como merecían.

Un gráfico de eldiario.es que explica muy bien las diferentes absorciones.

Hubo un tiempo en que se habló de crear una especie de Banca Pública Andaluza, donde las distintas Cajas de la Comunidad, sobre todo, unieran esfuerzos y recursos para afrontar el desarrollo socio-económico de esta tierra. Pero, los personalismos de muchos de sus directivos, su incapacidad para ver más allá de su pequeño reino de taifas, la escasa iniciativa de los políticos de turno que parecían vivir más para su propia provecho que para el interés común… y quizás la poca gracia que le hacía a la gran banca que surgiera una entidad con el poder económico y estratégico que le hiciera sombra, lo estropeó todo y ahora estamos bajo la tutela de catalanes y vascos, con lo que ello supone para  nuestra ya maltrecha economía.

Quizás uno de los acontecimientos más desgraciados de los últimos años sea la progresiva desaparición de las Cajas de Ahorros (50% del sistema financiero español) porque, entre otras cosas, se habían ideado como apoyo financiero  a los pequeños ahorradores, a los emprendedores con escasos medios para llevar adelante sus ilusiones, a las pequeñas empresas que no contaban con el apoyo de la gran banca y a los muchos autónomos que luchaban por abrirse camino en la difícil jungla de los negocios.


Además, las Cajas siempre contaron con una importante Obra Social que sirvió de soporte económico para apoyar los primeros centros de mayores que surgieron en los pueblos, los apoyos que recibieron las iniciativas sociales y culturales que se abrieron paso en las distintas localidades, con la creación de estructuras que le dieron consistencia de cara al futuro.

La Obra Social de las Cajas eran el instrumento que hacia revertir sus beneficios en favor de la sociedad. Las cantidades que gestionó la Obra Social de las Cajas fueron  muy importantes (se dice que alcanzó los 2 mil millones de euros), pero  fueron  disminuyendo a medida que sus gestores desviaron sus preocupaciones e intereses por otros derroteros ajenos a los fines sociales de sus inicios.

Disco de villancicos publicado en 1983 por la Caja de ahorros de Jerez. 
La Caja era un agente cultural. 

Lo curioso del caso es que los enemigos de las Cajas, en sus argumentaciones interesadas y malintencionadas, afirmaban que eran unas instituciones financieras desfasadas y que no respondían a lo que la sociedad demandaba; pero es un modelo que sigue vigente y con perspectivas en la mayoría de las economías europeas, donde lo que se denomina banca de proximidad es una alternativa atrayente para ese público  que solicita atención personal, interés por sus pequeños ahorros y cercanía hacia las apuestas de los emprendedores locales.

Y es que la gente anda muy cabreada con la gran banca, que actúa con alevosía contra los clientes de siempre y cada día pone más cargas a su dinero y nulas ofertas para las escasas ganancias de sus ahorros. De tal manera que no poca gente afirma tener en casa una hucha donde depositar su dinero a la vista de la voracidad que despliega su banco a la hora de gestionar las finanzas, donde cada día aparecen más noticias sobre las cargas que inventan para empobrecer al personal.


Porque no hay duda que la gran banca ha sido una de las causantes de la práctica desaparición de las Cajas en España. Lo que interesaba era acentuar el poder de concentración del dinero en pocas entidades para que éstas tuvieran más poder a la hora de imponer sus reglas e intereses. 

Teniendo en cuenta que los consumidores no pueden moverse si no es a través de los caminos que pone la banca, ya que todo está domiciliado y perfectamente encauzado para que se haga a su socaire financiero, no es de extrañar que cada día suframos los múltiples abusos y las consecuencias en nuestro bolsillo de los fraudes que nos han colado con la aquiescencia de los órganos que deberían  haber velado por el interés de los consumidores.


La corrupción, una de las principales causas de su desaparición.

Hoy muchos añoramos aquellas Cajas donde nos acercábamos con familiaridad y confianza, donde sus empleados nos aconsejaban (a veces, algunos nos la jugaron) sobre las mejores ofertas para nuestros ahorros, y respirábamos con cierto alivio cuando invertíamos con esa confianza.

Por supuesto que no todo es positivo, porque también hemos sufrido la apropiación y el saqueo, sobre todo en los últimos años, por parte de unos directivos que jugaron a sus exclusivos intereses, y acabaron desmantelando estas entidades con la complicidad de políticos y, sobre todo, de los órganos que deberían haber velado por su buen  funcionamiento (el Banco de España, CNMV, etc…)


Ahora, ¿qué nos queda? Poco. Los pequeños ahorradores estamos desanimados ante el panorama de la gran banca que cada día nos exprime más. Nos gustaría que ese germen de banca que muchos llaman “ética” se abriera paso y encontráramos en ella lo que un día tuvimos en aquellas Cajas de Ahorros cercanas, que miraban más por los intereses de sus clientes y derramaban sus ganancias en financiar proyectos de interés general y cercano. 

Para ello tendría que mojarse la clase política en legislar apropiadamente y, eso sí, cuidándose de no meter la mano ni sus intereses partidistas en ello.


FUENTE: lareplica.es
Emilio López Pizarro
17/01/2017


Huelga comentario alguno. 

El Sr. López Pizarro ha llamado a las cosas por su nombre: al pan, pan; al vino, vino y  los chorizos, ¡CHORIZOS!

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