EL PENSIONISTA-BOMBA
Que
conste que no se trata de terrorismo ciudadano, sino gubernativo. No
hace falta que los pensionistas nos llenemos los bolsillos con cartuchos
de dinamita y nos autoinmolemos en la vía pública o en el balcón de
nuestra ¿propia? casa. Ya se ha encargado este gobierno de cabuqueros
encorbatados de taladrarnos a base, minándonos convenientemente con sus
explosivas medidas; y cada día que pasa, es más corta la mecha, hasta
que al final acabe por consumirse y entonces...
¡¡¡CATAPÚM!!!
Una explosión social que mandará a tomar por culo el jodido sistema.
No
sé si aún estaré aquí para verlo, pero tengo claro que cuando pete y la
explosión sacuda los cimientos de la sociedad, si no tienen a mano
terroristas islámicos, la culpa se la van a echar a los anarquistas ("el coco de los tiranos"),
como siempre. Y es que les tienen un miedo del carajo por si logran demostrar, más allá de la utopía, que su concepción social libertaria, igualitaria, solidaria y sin ningún tipo de autoriad impuesta, resulta viable, cosa que no pueden permitir que ocurra. Es por eso, y no por otra cosa, por lo que continuamente los machacan. Intentan que sus ideas no prosperen entre la población.
NOTA: Lo de (Bis) viene a cuento de que esta entrada ya fue publicada en enero del 2017, pero tal cual están las cosas creí necesario refrescarla.
Citizen Plof
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