Hace 80 morían al unísono, en plena guerra civil, José Antonio Primo de Rivera y Buenaventura Durruti.
El aterrizaje del cadáver en Barcelona dos días después colapsó la ciudad. Más de cien mil personas tomaron las calles bajo la lluvia para despedirle mientras entonaban el himno anarquista 'Hijos del pueblo'.
El cadáver de Durruti
La comitiva fúnebre debía disolverse después de los discursos pero las masas no se movían de su sitio, fue imposible llegar al cementerio y, en el último momento, tuvo que aplazarse el sepelio al día siguiente.
Cuando, muchas horas después, al fin la gente regresó a sus casas, miles de coronas quedaron abandonadas en los charcos.
Entierro de Durruti
Al mecánico, miliciano y líder anarquista leonés José Buenaventura Durruti le había alcanzado en el pecho una bala de firma desconocida en la Ciudad Universitaria de la capital, entonces sometida a un durísimo asedio por los soldados de Franco que se habían alzado apenas tres meses antes contra el gobierno republicano iniciando así la guerra civil.
¿De qué color era aquella bala? ¿Azul falangista? ¿Rojo comunista? ¿Negro anarquista? El enigma acerca de quien mató a Durruti, si el enemigo, si algún agente de Stalin (para quien los anarquistas eran tan odiosos o más que los fascistas) o si sus propios compañeros libertarios recelosos de una hipotética militarización de su columna, nunca ha sido resuelto.
FUENTE: elconfidencial.com
Daniel Arjona
20/11/2016
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