Eduardo Torres-Dulce (fiscal general del estado español)
Ante este titular de prensa, no tengo más remedio que manifestarme.
Los primeros, hartos e indignados, reclaman cambios políticos y sociales, se echan a la calle, luchan por sus derechos y claman justicia a voz en grito, mientras los servidores del sistema los majan a palos, les arreán pelotazos de goma y les lanzan gases lacrimógenos, en un desesperado intento por acallar la razón a un pueblo que se siente tremendamente estafado. Porque no sólo han sido estafados los ciudadanos que invirtieron sus ahorros en las famosas "preferentes", no; todos lo hemos sido, porque este sistema económico-social no sufre una crisis, es una monumental estafa.
No podemos permitir que se ceben con los únicos que están defendiendo, a brazo partido... y a cabeza rota, los intereses de la mayoría. No, no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los machacan y luego los encierran para acallar su voz. Hemos de echarnos a la calle y apoyarlos porque, lo crean o no, son nuestro único vestigio de esperanza.Recupero aquí la frase de un joven en una de las últimas manifestaciones cuando, una reportera periodística, le preguntó, en vivo, tras una carga policial:
- ¿Y no tienes miedo?- ¡Sí! pero no tengo nada que perder y, sin embargo, hay mucho por ganar.
Por eso, los gobernantes, que vienen a darse cuenta a estas alturas, de que los jóvenes (sin expectativa alguna de futuro) paulatinamente se incorporan a la lucha, se han sacado de la manga, a toda prisa, una propuesta de "acción de impacto para contratar jóvenes", en un desesperado intento también, de frenar su creciente rebeldía contra el sistema.
Hollande y Rajoy (presidentes de Francia y España)
Cabe preguntarse ahora sobre esos futuros contratos laborales juveniles. ¿En qué condiciones y con qué salarios?La desesperación económica lleva a poner la mano y a cerrar los ojos. Así que, el razonamiento lógico viene a ser: "explotado serás". Pero queda la opción de apretar los dientes y el estómago, y seguir en la brecha un poco más, hasta lograr que se respeten todos nuestros derechos, aquellos que marca nuestra constitución y los que marca nuestra dignidad:
* Derecho a un trabajo digno
* Derecho a una vivienda digna
* Derecho a la protección de la salud
* Derecho a la libertad religiosa
* Derecho a la educación
* Derecho a la libertad de expresión...
Así que no se dejen engañar, porque si las clases dirigentes "motu proprio" ofrecen algo, sólo serán "caramelos de mierda", como siempre, con los que taparle la boca al ciudadano para que no proteste.
Ciudadano Plof
Ciudadano Plof
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