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27/3/14

FALSARIA PER SEMPER NON DEMONSTRAT *

Policía mentirosa

Desde que era chaval, llevo escuchando en cada manifestación esos gritos de “policía asesina” que me retrotraen a cuando Adolfo Suárez, hoy tan de cuerpo y mente presentes. Se escucharon esos viejos gritos también en la Marcha de la Dignidad de este 22-M, pero la policía ha venido a decir que los asesinos son los manifestantes. De hecho, aseguran que el chaleco de uno de los agentes de las Unidades de Intervención Policial presenta ni más ni menos que 17 agujeros de navaja, como en un poema inverso de Lorca. Nuestra delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha dicho en la Cope (cómo no) que los manifestantes “intentaban matar a policías”.

Ayer mismo, los sindicatos policiales difundían imágenes de armas usadas por estos mismos asesinos. Horas después, se destapaba el engaño y conocíamos que la muleta con estilete y el cinturón de bolas de acero no habían sido requisados el 22-M, como los policías nos hicieron creer, sino que venían de una operación anterior. Se coge antes a un policía mentiroso que a un manifestante cojo. Y todo esto no lleva a otra cosa que a enfrentar aun más al pueblo con nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que es como gustan de llamar nuestros políticos a los chicos de la porra.

armas

En primer lugar hay que aclarar que a mucha gente le parece extraño ya que no exista más violencia en este país de hambre, estafas consentidas y desigualdades. Lo más normal para un padre o una madre con cuatro hijos hambrientos y sin hogar, es que se desahogue lanzándole un tiesto sin flores a un policía, a un banquero o a un diputado.

En segundo lugar, como no es la primera vez que la policía o la guardia civil mienten sobre esta supuesta violencia de las hordas populares, lo de las 17 cuchilladas lorquianas nos hace hasta sonreír. Yo quisiera ver a esas decenas de policías tan gravemente heridos y entrevistarlos. Pero esa entrevista nunca se la conceden a periódicos que no sean de Marhuenda o similares. Lo que sí se puede visitar es el testículo extirpado a uno de los manifestantes tras recibir un pelotazo policial. O también la capilla ardiente de los nadadores que fueron recibidos con disparos y gases en el Tarajal no hace tantos días.

 herido

El cachondeíto este de que somos nosotros los violentos (los desahuciados, los estafados por preferentes, los privados de educación y sanidad, las mujeres, los inmigrantes, los yayoflautas, etc.) seguramente nos acabará convirtiendo en violentos. Al tiempo. Una cosa es masacrarnos y otra reírse de nosotros. Yo estaba aquel famoso día en la manifestación ante el Congreso en la que uno de los “violentos” fue golpeado por la policía y repelió las andanadas al grito de “soy compañero, coño”. Ese mismo día también presencié cómo la policía cargaba contra un hombrecillo de poco más de 1.50 de estatura, superada la sesentena, con una carpetilla en el pecho como toda arma y una voz atiplada que les gritaba “no nos mires, únete”. Lo dejaron pal tinte, que se dice en mi barrio chabolero. A mí, que andaba de periodista sin gritar consigna alguna, también me cascaron aquel día. Aunque yo no me quejo porque me lo tengo más que merecido por mi natural subversivo, o sea.

El caso es que la policía y la guardia civil han ido recuperando, en estos últimos años, una ferocidad que parecía ya pasada de moda. Pues no. Debe de ser otra tendencia vintage. Incluso observé esa violencia de memoria sepia en manifestaciones en las que había más policías que manifestantes (sin contar a los infiltrados “compañeros, coño”).

 poli

Yo no digo que los policías españoles tengan que llevar claveles en los cañones de sus subfusiles, como sucedió en un abril lejano y extranjero. Pero me da la impresión de que van sembrando odio y mentiras suficientes como para que un día a alguien se le escape algún tiesto. Ya no voy a hablar de hambre y desahucios. Pero volvamos a un padre y a una madre, manifestándose por su dignidad junto a sus hijos mal desayunados. Carga la policía. Se te vienen sin querer a la cabeza los sucesos del Tarajal. Los muertos del Tarajal. Defiendes lo tuyo, a los tuyos… Porque tienes miedo. Agarras la maceta. Ojalá nunca pase, y policía y Gobierno sigan mintiendo. Pero yo creo que sí pasará. Pronto. Y ya no será mentira. Algún día sí vendrá el lobo y será feroz.

FUENTE: Público.es
Rosas y espinas
Aníbal Malvar
26/03/2014



 "Está claro que hubo violencia callejera, pero cuando se estiran tanto las mentiras, acaban rompiéndose y dejando salir la verdad que escondían"




(*) LA MENTIRA NO DURA PARA SIEMPRE

12/8/12

DISTURBIOS EN CHILE

El movimiento estudiantil chileno vuelve a salir a las calles

Los jóvenes señalan que el incendio de tres autobuses urbanos es un montaje y el Gobierno cataloga de "ridículas" las acusaciones

Una manifestación convocada por los estudiantes secundarios y universitarios chilenos, que no había sido autorizada por las autoridades del Gobierno de Sebastián Piñera, culminó este miércoles con disturbios en el centro de Santiago, tres autobuses del transporte público quemados, comercios apedreados y recriminaciones cruzadas entre los dirigentes y el Ejecutivo por la responsabilidad en la violencia.


Los desmanes comenzaron cuando la policía intentó disolver con carros dispersores de agua y gas a los estudiantes que pretendían marchar por la Alameda, pese a que la Intendencia de Santiago, el máximo organismo regional, había negado el permiso necesario para utilizar la principal avenida de la capital chilena. La intendenta Cecilia Pérez había justificado la decisión en que no quería que se repitieran los disturbios de la marcha del 28 de junio pasado, por lo que había propuesto otros dos recorridos alternativos, que fueron rechazados por los jóvenes.

Después de la intervención policial, que desembocó en un enfrentamiento con los estudiantes, un grupo de encapuchados quemó tres autobuses del transporte público, con pérdidas de 400 millones de pesos chilenos (unos 650 mil euros). Los vándalos también hicieron barricadas, destruyeron mobiliario público y privado, y apedrearon el hospital de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el edificio de la Telefónica. En total hubo 49 policías heridos y 75 detenidos, entre ellos a un estudiante de 14 años, sospechoso de incendiar los vehículos.


El portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, condenó la violencia y responsabilizó a los líderes juveniles de los disturbios. “Saben que están abriendo las puertas al vandalismo y la delincuencia. No pueden eximirse de la responsabilidad que tienen en estas convocatorias”, indicó el secretario de Estado. “¿Hasta cuándo vamos a tener que tolerar, soportar y permitir que un grupo de dirigentes se siente sobre la ley y llame a marchas no autorizadas, inste a la toma de liceos y colegios y amenace con un mes de agosto violento?”, agregó el ministro.

Los dirigentes estudiantiles, que lamentaron los disturbios y tomaron distancia de los vándalos, emplazaron al Gobierno a responder sus peticiones: “Basta de ignorarnos”, indicó Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). “La violencia de hoy en las calles de Santiago se soluciona con respuestas a las demandas que como estudiantes hemos entregado”, sostuvo el universitario.



Los líderes del movimiento, que piensan que el Gobierno pretende criminalizar a los estudiantes, manifestaron además sus dudas con respecto a la autoría de los ataques incendiarios contra los autobuses. “Esto es un montaje del Estado, porque no sabemos quiénes son los encapuchados ni quiénes inician los desórdenes, y conocemos que hay infiltrados de carabineros que intervienen en las manifestaciones”, dijo la portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Eloísa González.

Los estudiantes han dado a conocer un vídeo de una camioneta de la policía con una gran cantidad de neumáticos, que generalmente son utilizados por los vándalos para las barricadas. También han cuestionado que los autobuses quemados no transitaban por su recorrido habitual. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, reaccionó ante las acusaciones: “Es francamente ridículo”, dijo el secretario de Estado.


Los jóvenes piden que se acabe con el sistema impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet, que redujo la participación del Estado en la educación, y exigen un nuevo modelo público, gratuito y de calidad. 

Datos tomados del diario EL PAÍS - INTERNACIONAL
Rocío Montes Santiago 9 AGO 2012

Yo siempre me pregunté de dónde salían esos grupos de encapuchados que, perfectamente organizados, armaban la de Dios es Cristo. Ahora comienzo a tenerlo claro.

Se trata de criminalizar todo lo posible a la insurgencia,  asustando así a la población para que no se atreva a echarse a la calle.

Son los... "asustadores", y los pare el Sistema.