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26/2/17

ALTO ÍNDICE DE SUICIDIOS EN LA GUARDIA CIVIL

Un estudio contradice a Interior y ve la clave del difícil clima laboral en la alta tasa de suicidio entre guardias civiles

Hay un suicidio en el cuerpo cada 26 días, cuatro puntos por encima de la media entre policías y cinco sobre el resto de la población. El Gobierno lo achaca en exclusiva a situaciones personales y a la facilidad de acceso a armas de fuego de los agentes


A la hora de afrontar la difícil tarea de explicar por qué la tasa de suicidios en la Guardia Civil se ha situado una media de cinco puntos por encima de la del resto de la población en los últimos diez años, o cuatro sobre la de un cuerpo teóricamente similar como la Policía, los diferentes gobiernos siempre han utilizado la misma estrategia, alegando que "las condiciones laborales de los agentes no tienen nada que ver·.

Así lo ha reiterado tanto la cúpula de la Guardia Civil ("un 90% de los suicidios fueron por causas claramente desvinculadas de su actividad laboral y relacionadas con el ámbito personal, sentimental y familiar") como el Ministerio del Interior ("tienen acceso inmediato a un medio de alta letalidad como son las armas de fuego, algo que no ocurre con carácter general entre el resto de la población"), ante las voces de asociaciones y diputados que pedían una explicación oficial.


Sin embargo, un estudio independiente contradice esa versión de los hechos. En el texto, el investigador Daniel J. López Vega apunta que factores inherentes al servicio en el Instituto Armado como la militarización de los agentes, la cultura jerárquica dominante, la no-implementación de un régimen de turnos, la retribución –la Guardia Civil es el cuerpo policial peor pagado del Estado– o problemas como la falta de medidas de conciliación familiar o el acoso laboral suponen "un escenario clave" en el análisis del problema.

De esta forma, en el estudio "¿Todo por la patria? Cultura, clima laboral y conducta suicida en la Guardia Civil" el autor señala que "las fuentes de estrés no son independientes, sino que interaccionan de forma continua en diferentes niveles. Por ejemplo, la turnicidad laboral sin políticas de conciliación podría repercutir negativamente en la vida familiar, con conflictividad y rupturas afectivas y aumentando los casos de violencia doméstica".

Efectivos de la Guardia Civil en formación. EFE
Efectivos de la Guardia Civil. EFE

Trabajar con los factores laborales que inciden en los suicidios, además, debería ser uno de los objetivos de las labores preventivas, señala López Vega: "En la actualidad vivimos cambios en las relaciones laborales que nos obligan a un mayor esfuerzo para responder a las nuevas exigencias. El Instituto Armado se ancló a su legado histórico y a prácticas obsoletas de recursos humanos, provocando un distanciamiento frente al resto del mercado laboral. Esto provoca desagravios comparativos, mayor conflictividad y estrés".

El estudio, al que ha tenido acceso este medio, se ha basado en un trabajo de investigación de cuatro años y en 1.729 entrevistas a guardias civiles realizadas entre 2014 y 2015. Se presentará oficialmente en el séptimo congreso a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) que se celebra este miércoles. Además de ahondar en la problemática, ofrece soluciones para lo que esta asociación ha denominado como "el drama oculto de la Guardia Civil".


Entre ellas, se señala como fundamental que los mecanismos de control para identificar a los agentes en riesgo, así como los equipos de atención y seguimiento se sitúen "fuera de toda estructura jerárquica". Algo que no contempla el Plan de Prevención de Conductas Suicidas, que cuenta con 60 psicólogos, todos mandos del cuerpo, cuyo trato es precisamente uno de los focos de estrés señalados en "¿Todo por la patria?"

Desde el equipo del exdirector general del cuerpo, Arsenio Fernández de Mesa, se defiende que este plan contra los suicidios puesto en marcha en 2002 ha conseguido que la media se sitúe en nueve al año desde los 20 agentes que se quitaron la vida en 2005. No obstante, el estudio incluye hasta 12 áreas de mejora, gran parte de ellas resultado de incluir en el análisis las condiciones laborales especiales de los guardias civiles.


El acceso a las armas influye en la mortalidad, no en la causa

"Cuando se comparan el  número de propietarios de armas de fuego y el número de suicidios en diferentes países no parecen tener una relación simple o directa", afirma el autor sobre otra de las tesis que ha utilizado el Gobierno para justificar la alta tasa de suicidios en la Guardia Civil, que en el período 2005-2014 fue de 16,59 casos por 100.000 (por un 12,82 en la Policía y un 11,78 de la población general).

Miembros de la Unidad Especial de intervención de la Guardia Civil

Ocultación de datos


"La Guardia Civil tiene el triste récord ser el cuerpo policial con mas suicidios y tentativas de suicidio en su haber", lamenta Alberto Moya, secretario general de la AUGC. Pese a ello, y como también se denuncia en el citado estudio, las administraciones del Estado, sea cual sea su signo político, han impuesto la opacidad en todo lo relativo a este problema.

 Alberto Moya, secretario general de la AUGC

Ante la falta de una base de datos oficial, la AUGC –la principal asociación profesional del cuerpo, con unos 31.000 afiliados entre los 65.000 agentes– elaboró su propio informe sobre el suicidio de guardias civiles. Con información obtenida gracias a preguntas parlamentarias realizadas por distintos partidos políticos, datos facilitados por la Dirección General del cuerpo e información de la prensa, la investigación concluyó que más de 450 guardias civiles se han quitado la vida desde 1982. Un suicidio cada 26 días.

"¿Por qué lo hace la administración? Por el propio miedo a que se desprestigie la institución si se extiende la opinión de que existe mal clima laboral", explica Moya. "Prevalece la salvaguarda de la imagen externa sobre los objetivos de salud pública", coincide el investigador Daniel López Vega, que pide romper el estigma y solicita al Gobierno y a la cúpula de la Guardia Civil que pongan a disposición de los investigadores los datos necesarios para colaborar en la implementación de soluciones eficaces.


Daniel López Vega, investigador

FUENTE: publico.es
Carlos del Castillo
Madrid - 24/02/2017

31/5/16

EL DRAMA OCULTO DE LA GUARDIA CIVIL

Fernández Díaz y el drama oculto de la Guardia Civil: un suicidio cada 26 días

La segunda institución mejor valorada por los españoles tiene una tasa de suicidio muy superior a la media de la población y del resto de cuerpos policiales. Las asociaciones de agentes denuncian que el Ministerio de Interior intenta tapar la situación

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz (d), pasa revista a su llegada a los guardias civiles del cuartel de Vitoria. EFE
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, 
pasando revista a los guardias civiles del cuartel de Vitoria. EFE
El 13 de mayo fue el día elegido por Guardia Civil para conmemorar en Toledo el 172 aniversario de la creación del cuerpo. El encargado de organizar los actos de la celebración era el capitán psicólogo N.G.C., de 48 años y padre de dos hijos. El mismo día del evento y ya en las instalaciones de la Comandancia, el guardia civil tomó su arma y se quitó la vida. 

El suceso fue denunciado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)
, la principal unión de agentes del cuerpo, que fue criticada duramente por ello por el delegado de Gobierno de Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio: "Es muy indignante que se hable de algo que se está investigando y cuando la persona en cuestión está todavía en el tanatorio".  La AUGC respondió al delegado de Gobierno preguntándose si también le parecía muy indignante que el suicidio de agentes "siga siendo un drama oculto en el cuerpo, dada la reiteración de sus responsables a la hora de negar esta negra evidencia".



El cruce de acusaciones entre la asociación de agentes y Gregorio refleja lo incómodo que resulta para el Ministerio del Interior, del que dependen tanto la Guardia Civil como las Delegaciones de Gobierno, que en la institución que el CIS ha dado en repetidas ocasiones como la mejor valorada por los ciudadanos haya un suicidio cada 26 días.

Ante la falta de una base de datos oficial, la AUGC elaboró su propio informe sobre el suicidio de guardias civiles con información obtenida gracias a preguntas parlamentarias realizadas por distintos partidos políticos, datos facilitados por la Dirección General del cuerpo e información de la prensa. La investigación concluyó que más de 450 guardias civiles se han quitado la vida desde 1982. La tasa de suicidios en el cuerpo fue de 11,2 suicidios por 100.000 en 2014, por un 8,42 del resto de la población.


Dicha tasa también se sitúa por encima de la de cualquier otro cuerpo policial español. Estos datos adquieren especial relevancia si se contrastan con, por ejemplo, el número de víctimas que provocó ETA en la Guardia Civil: 203. "En algo más de 30 años han fallecido por suicidio más del doble de personas que por atentados de ETA, la organización terrorista más activa en la historia de nuestro país", explica Daniel López Vega, psicólogo encargado de analizar los datos recogidos por AUGC.

"Para ser guardia civil la persona ha tenido que pasar pruebas psicotécnicas, lo que descartaría patologías de enfermedad mental grave que se suelen asociar a tasas mucho más altas de suicidio. Además, la tasa de la población general incluye a colectivos con dificultades de inserción social, personas sin trabajo, personas de la tercera edad… que tienen también mayores tasas", continúa López Vega.


Con el arma en casa


La AUGC señala en el texto posibles soluciones para este "drama oculto". Una de ellas sería la creación de un protocolo de supervisión y asistencia psicológica "absolutamente externo a la Guardia Civil, ajeno por tanto a la cadena de mando". "Es evidente que el tratamiento dentro de un sistema sometido a las jerarquías militares no resulta fiable ni eficaz en estas situaciones", enfatizan la asociación, formada por unos 31.000 afiliados de un total de 68.000 agentes.

Otra de las medidas es impedir que, por norma general, los guardias civiles dispongan de su arma las 24 horas del día, en vez de guardarla en armerías controladas. Esta facilidad de acceso a un arma de fuego aumenta significativamente el riesgo de suicidio, tal y como varios estudios alrededor del mundo han concluido, recoge el informe de AUGC.


Los agentes llevan consigo su arma reglamentaria en sus hogares incluso cuando residen en los cuarteles. Era la situación de Vanesa Fraga, guardia civil destinada en Fene (A Coruña) que intentó quitarse la vida el 8 de diciembre de 2015 tras denunciar a través de las redes sociales el acoso homófobo que sufría. En aquel momento, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, afirmó que sus mandos no habían tenido constancia de las acusaciones de Fraga y que se abriría una investigación para esclarecer lo sucedido.

Sin embargo, según ha podido saber Público, Fraga envió a su coronel jefe una carta denunciando este acoso y otros problemas que sufría en su unidad el 20 de noviembre de 2015, dos semanas antes de dispararse en el pecho con su arma. En su contestación a la agente, sellada tres días después de ésta intentara suicidarse y a la que ha tenido acceso este medio, el alto mando recalca la "incoherencia" en la redacción del texto, por lo que deduce que "podría existir una conducta anómala" en Fraga.


Así, el coronel jefe comunica a la agente, entonces ya convaleciente tras intentar quitarse la vida, que "resultaría procedente la retirada cautelar de su arma reglamentaria adjudicada, y armas particulares; no obstante, no se aplica en este momento dicho procedimiento, a la vista de los hechos recientemente acaecidos, en que Vd. se autoinfligió lesiones graves con su arma particular y actualmente, tanto esta arma como la reglamentaria ha quedado intervenidas".

La investigación sobre el intento de suicidio de esta agente sigue su curso en los juzgados militares, que esperan el visto bueno de los médicos para interrogarla. Pese a ello, su caso recalca el peligro que supone para un agente sometido a presión psicológica, la libre disposición de su arma. 

Madrid - 27/05/2016