Una batalla desigual cuyo desencadenante fue el asesinato, por parte de efectivos policiales, del líder awajún Santiago Manuín, cuando se manifestaba en contra de la expropiación de las tierras indígenas que, el gobierno de Don Alán García, pasándose por el forro los derechos reconocidos de estos pueblos, quiere explotar cuanto antes, en aras de un cacareado “interés nacional”.
Los datos oficiales dan 24 agentes de policía muertos y sólo 9 civiles.
Y yo me pregunto… ¿Cómo es posible que los policías, utilizando armas de fuego (disparando incluso desde sus helicópteros) contra gente armada en su mayoría con palos y lanzas, sufran más bajas que estos?
Una de dos: O tienen una puntería desastrosa, o el gobierno peruano nos miente con descaro.
Tal vez le salen las cuentas porque, según testigos, muchos cadáveres fueron arrojados, en negras bolsas de plástico, a las aguas del río Marañón.
Ciudadano Plof
No cuadra de ninguan de las maneras, las mentiras son tan descaradas y tan grandes, que terminas dandote cuenta, aunque tambien hay que percartarse que las lanzas con mala leche son muy mortales (es broma)estoy por la segunda version de que fueron mas civiles muertos y desaparecidos los cadaveres.
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