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13/11/18

LLAMADA DE ATENCIÓN A EUROPA

Boaventura de Sousa: "Las izquierdas tienen que abandonar el infantilismo porque si no se unen ahora, mañana será tarde"

El nuevo ensayo del sociólogo pone el foco en la necesidad de que los partidos progresistas tomen ejemplo del Gobierno portugués para llegar a acuerdos y enfrentar el "ciclo reaccionario global" que recorre todo el mundo.

El sociólogo Boaventura de Sousa Santos durante la entrevista.
El sociólogo Boaventura de Sousa Santos durante una entrevista con 'Público' - ARCHIVO

El sociólogo Boaventura de Sousa Santos recorre España presentando su nuevo ensayo, "Izquierdas del mundo, ¡uníos! (Icaria)". De Sousa es uno de los mayores referentes de los movimientos sociales y las nuevas izquierdas europeas. El mensaje es claro: "Las izquierdas tienen que abandonar el sectarismo y el infantilismo bajo el principio de que si no lo hacemos ahora, mañana será demasiado tarde". ¿Cómo se puede llegar a ello? Con acuerdos pragmáticos. Fijándose en lo que une y no en lo que separa. Cambiando la democracia burguesa desde dentro, indica el sociólogo.

Público, junto con otros cuatro periódicos digitales, conversó con el sociólogo sobre los desafíos de Europa y la forma en la que la izquierda ha de llegar a acuerdos. De sousa señala que el ejemplo que deben seguir las fuerzas progresistas es el Gobierno al que se ha llegado en Portugal, gracias a la unión entre el Partido Socialista, el Bloco de Esqueda y el Partido Comunista. Confía que se ha avanzado para llegar a ello: "Me da la impresión de que el ambiente está mejor para una articulación de izquierdas" y reconoce que tiene la esperanza puesta en el sur de Europa.
 

No demuestra el mismo optimismo cuando habla de la situación mundial: "Estamos en un periodo de ciclo reaccionario global. Los fascistas intentan destruir la Unión Europea. Cuando ven que no se puede, intentan mejorarla a la vez que destruirla". No duda en poner nombre a señalar los focos de las fuerzas fascistas: Italia, Polonia y Hungría. "Quieren meter en el corazón europeo un movimiento antieuropeo" y ante esto insiste en "la solución portuguesa".

"Nosotros en Portugal hemos demostrado que hay flexibilidad en las directrices europeas. El camino es seguir con acuerdos. En Portugal es moderado porque es pragmático: un acuerdo de veinte o treinta puntos que hasta ahora ha funcionado". Aunque también señala que hay algunos aspectos preocupantes, como la legislación laboral que ha sido pactada con la derecha y no con la izquierda. "La UE metió mucha presión y la izquierda no aceptó. Es un primer desvío y estamos un poco expectantes", reconoce.


¿Por qué alerta a las fuerzas progresistas de que la unión debe comenzar ya? El sociólogo se remonta años atrás: "Las izquierdas europeas se unieron en 1930, pero cuando Hitler ya estaba en el poder. Veo los neofascistas en Polonia, Hungría, Italia, Brasil o los pequeños partidos de España y veo que el campo democrático está disminuyendo y está siendo cercado". Y está en manos de la izquierda frenar esto que, además, apunta que tienen que ser "las garantes de la democracia".

Más en profundidad trató la situación en el Estado español: "Hay un problema que no hay en Portugal y que no hay en otros países, que es el de la nacionalidad. ¿Es una nación o hay plurinacionalidad? ¿Tiene que haber república o mantener la monarquía? Las cuestiones que no fueron resueltas durante la Transición vuelven ahora. Y las izquierdas no están siendo capaces de dejar de lado las grandes cuestiones y de esta forma nunca llegarán a acuerdos".

La coalición de izquierdas se afianza en Portugal

Respecto al Estado español tampoco olvida tratar el tema de Catalunya. Condena la situación que se ha creado tras el procés: "La punitividad de la represión desde Madrid contra los políticos catalanes no ayuda a nada, porque son heridas que van quedando. Una democracia no existe con presos políticos", critica respecto a los dirigentes catalanes encarcelados.

Aunque indica que la independencia debe ser una cuestión de consenso y que no ve que exista en Catalunya. Más cree que se refleja en el País Vasco: "Están haciendo un trabajo que los españoles no conocen. Para mí es lo más interesante de este país porque están haciendo un nuevo constitucionalismo de abajo a arriba. Desde las bases. No trata sólo la independencia, sino la forma de organización del Estado. Otra forma más democrática y participativa que está emergiendo", asegura.


FUENTE: publico.es
Beatriz Asuar Gallego

15/10/18

LLUÍS COMPANYS

78 años del asesinato de Lluís Companys, hombre de izquierdas, republicano y federalista

Luis Companys
Luís Companys

Este 15 de octubre se cumplen 78 años del ignominioso fusilamiento de Lluís Companys en el castillo de Montjuic de Barcelona, después de haber sido capturado en Francia por la Gestapo y torturado y sometido a un consejo de guerra por las autoridades franquistas. Toca, pues, conmemorar la efeméride y recordar y honrar la figura de uno de los grandes dirigentes que ha tenido nuestra izquierda.

Abogado de sindicalistas, periodista y político destacado, Companys fue diputado en las Cortes Generales, presidente del Parlament de Catalunya, presidente de la Generalitat, gobernador civil de Barcelona (ambicionaba ser alcalde de la capital catalana, pero tan solo ocupó el cargo provisionalmente durante unas horas, pues Macià no estaba de acuerdo) y ministro de la Marina del gobierno Azaña, entre otros cargos.

Participó en la fundación de la Unió de Rabassaires en 1922 y de Esquerra Republicana de Catalunya en 1931. Antes, había formado parte de partidos como Unión Republicana, Unió Federal Nacionalista Republicana, Partido Reformista, Bloc Republicà Autonomista y Partit Republicà Català. Uno de los hechos más conocidos de su trayectoria fue la proclamación del Estado Catalán de la República Federal Española la tarde-noche del 6 de octubre de 1934, desde el balcón de la Generalitat de Catalunya.

Paredón del castillo de Montjuic donde fue fusilado Companys el 15 de octubre de 1940
Paredón del castillo de Montjuic donde fue fusilado Companys el 15 de octubre de 1940

Lluís Companys era un hombre de ideales profundamente izquierdistas, republicanos y federalistas, que además estaba bien relacionado con el anarcosindicalismo. No en vano, era íntimo amigo desde la infancia de Salvador Seguí, “el Noi del Sucre”, destacado sindicalista y dirigente de la CNT. 

Era, como se suele decir, una persona que podía actuar como puente entre diferentes sensibilidades políticas de izquierdas, algo que hoy en día escasea y que es más necesario que nunca. En un interesante reportaje sobre la figura de Companys publicado por el diario Ara el 11 de octubre de 2015, se recogen declaraciones de diferentes historiadores que creo que conviene recuperar. Me ha parecido especialmente interesante este comentario de Joaquim Aloy: “Macià y Companys venían de unas tradiciones muy diferentes".

Hay un factor muy importante pero que no hay que menospreciar. Companys es el hombre puente entre republicanismo, anarcosindicalismo, federalismo y catalanismo. Quizá haría falta una figura así (…). Cuando se proclamó la República, Macià era independentista pero Companys aún no. Algunos correligionarios suyos acusaban a Companys de ser poco nacionalista.

Francesc Maciá

El historiador Arnau González explica que “a diferencia de hoy, a lo largo de la trayectoria de Companys el término catalanista tenía una interpretación bastante ambigua. Companys venía de una tradición catalanista clara, de las izquierdas catalanas, pero esta cuestión no estaba en el centro de su discurso”. También explica González que en 1934 le piden que demuestre que es un verdadero nacionalista y casi un independentista. Cuando proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española parece contentar a aquellos que le criticaban su escaso compromiso nacional.

Según González, “la formación del gobierno Josep Tarradellas el 29 de septiembre de 1936 con la CNT escandalizó a mucha gente, que lamentaba la estrategia dilatoria de Companys ante la violencia desatada en las calles. Un sector minoritario del catalanismo, del independentismo radical y una serie de elementos de ERC consideran que Companys era un obstáculo para llevar Cataluña a la independencia, y se planteó asesinar o secuestrar a Companys”.

Para otro historiador que conoce bien su figura, el ex dirigente de Catalunya en Comú i Podem Xavier Domènech, “si afrontamos a Companys solamente desde la perspectiva de su muerte sería como volver a condenarlo. Tenemos que recordar la vida de Companys, porque al final fue fusilado por su vida, una vida enormemente compleja”.

 Fotografías de la ficha policial de Lluís Companys

Durante muchos años, la figura de Companys fue soslayada, particularmente por sectores pujolistas que nunca lo consideraron uno de los suyos. Hoy, es frecuente ver a líderes neoconvergentes participando con entusiasmo en homenajes a Companys, quizá por la manipulación que se ha hecho en los últimos tiempos de sus ideales, obviando interesadamente su activismo en defensa de los sindicalistas y sus convicciones radicalmente de izquierdas e incorporando un independentismo que no existió en Companys

 Se dice que hoy sería o diría tal o cual cosa. Lo cierto es que desgraciadamente fue vilmente asesinado hace 78 años y nunca lo podremos saber, por muchas conjeturas que nos vengan a la cabeza.

Creo que conviene recordar que el Estadio Olímpico de Montjuic lleva el nombre de Lluís Companys desde 2001 gracias a una campaña impulsada y muy trabajada por militantes del sindicato de clase Comisiones Obreras (CCOO). Una campaña que contó con importantes reticencias procedentes de las derechas catalanas cuando se inició allá por 1988.

Estadio olímpico de Montjuic (Barcelona)

 En otro interesante reportaje de Xavi Tedó en el diario Ara (6-10-2017) se recogen diversas declaraciones de ilustres historiadores como Borja de Riquer, Enric Ucelay o el recientemente malogrado Josep Fontana.

Para Fontana, “Companys no hizo de ninguna manera un planteamiento de separación, reivindicaba un estado federal”. De Riquer enmarca aquella proclamación de Companys en clave española: “la Generalitat asumió, en nombre de las izquierdas españolas, que no tenía poder en España, el no reconocimiento del gobierno de España por la entrada en el ejecutivo de la CEDA, de tendencias autoritarias”.

De Riquer reitera que no hubo declaración de independencia alguna: “el Gobierno apela al espíritu fundacional de la República de 1931 para reivindicar que fuera federal y no centralista y lo impone de facto con una soberanía compartida que demuestra su insatisfacción”. Enric Ucelay remarca el componente social de los hechos del 6 de octubre: “era un conflicto entre izquierdas y derechas, no una confrontación entre Cataluña y España. En Europa avanzaba el fascismo y el conflicto tenía resonancia internacional”.

Proclamación de la Segunda República en Barcelona. 
Proclamación de la Segunda República en Barcelona.

Hoy, 78 años después de su asesinato, debemos recordar a Lluís Companys como lo que fue: un hombre de izquierdas, republicano y comprometido con la defensa de los intereses de la clase obrera y la fraternidad entre los pueblos. “Madrileños, Catalunya os ama”, exclamó el 14 de marzo de 1937 en un mitin en la plaza de toros Monumental de Madrid.

Lluís Companys fue un hombre que, en vida, fue admirado y querido en Cataluña, obviamente, pero también en el resto de las Españas.

En febrero de 1936, tras ser liberado de la prisión junto a otros consejeros del gobierno catalán, Companys debía viajar del Puerto de Santa María a Madrid. Primero fue trasladado a Córdoba, donde pernoctó. Allí ofreció un mitin en el que fue aclamado por muchos cordobeses, de la misma forma que fue vitoreado en las diferentes paradas que el tren efectuó en su viaje.

Plaza de toros Monumental de Madrid

Hoy, Companys debería tener muchas más calles y plazas con su nombre, en Cataluña y fuera de ella. Porque es patrimonio de las clases populares, por lo que fue, por lo que hizo y por lo que defendió hasta su asesinato.

Hoy, debemos reivindicar su figura más que nunca, por los recortes en nuestras libertades, por la amenaza del fascismo y por una crisis sistémica cuyos principales damnificados son, como siempre, las mujeres y hombres de las clases más desfavorecidas. “Tornarem a sofrir, tornarem a lluitar i tornarem a vèncer”. 

FUENTE: publico.es
Hoy en día, en que resulta harto evidente la desmemoria histórica (de algunos) en  este "pís", quiero aclarar que la II República Española abarcó un periodo de 8 años (1931 - 1939) hasta que fue aniquilada por Franco y los suyos. Y que, en contra de lo que suelen decir los voceros de la derecha, la república no fue solo una cosa de izquierdas. Quiero refrescarles la memoria recordándoles que:

En un primer bienio (1931-1933) gobernó la coalición republicano-socialista presidida por Manuel Azaña, que llevó a cabo diversas reformas que pretendían modernizar el país.




12/8/18

CAPITALISMO DE ESTADO


La teoría capitalista nos dice que lo mejor para que el mundo funcione e incluso todos seamos felices es que el mercado funcione a su aire, sin intervención por parte del Estado. Lo curioso, es que a poco perspicaz que sea uno, enseguida comprende que cuando se pide la intervención del Estado es para que favorezca a quienes sacan negocio del mercado. 

Por ejemplo, está muy feo que el mercado intervenga para rescatar familias de la miseria o se plantee una renta básica para que nadie viva indignamente, pero no pasa nada si el Estado interviene para salvar los bancos. O se pueden rescatar a las autopistas deficitarias puestas en manos de gigantes de la construcción, pero está mal visto regular las licencias de transporte público para dar tiempo al sector del Taxi a adaptarse al cambio tecnológico -un sector, por cierto, que al menos en Madrid, ha pasado de adorar a Jiménez Losantos a besar fotografías de Pablo Iglesias-. Pero si señalas esto te llaman demagogo, o populista, que es la forma educada de reconocer que, por supuesto, los bancos y las grandes constructoras son más importantes que las personas.

Jiménez Losantos - Pablo Iglesias

El caso más reciente de este capitalismo de Estado -es decir, del Estado puesto al servicio del capitalismo- lo tenemos en la reciente decisión de la CNMC de llevar a tribunales las legislaciones de varios ayuntamientos sobre viviendas vacacionales.  

Según este organismo estatal encargado de vigilar la sana competencia en el mercado -y que sobre los precios de luz y gasolina, marcados por oligopolios, no se pronuncia- regular para que el centro de las principales ciudades españolas no se convierta en un centro comercial para turistas es peligroso para quienes operen en ese sector y para los propios usuarios de esos servicios, que tendrán que pagar más por ellos. Sobre los vecinos de esas ciudades, la CNMC no dice nada. Porque estos, de nuevo, son menos importantes que el mercado. Y si los alcaldes legislan pensando en ellos, el Estado intervendrá para reconvenirlos y marcarles la senda.


Cómo intervino Montoro para impedir un mayor gasto social, o como en nombre de la sana competencia se impide regular, precisamente, el mercado de la vivienda, refugio en estos años de fondos buitres y otras especies de carroñeros de la miseria económica. Fondos que se han dedicado sistemáticamente a dejar en la calle a familias y grupos desfavorecidos, cuyo derecho a una vivienda digna reconoce una constitución que se invoca para lo que interesa, y se acalla para lo que no. Pero recordar esto también es de populistas.

Tiene varios campos de acción y tiempo de sobra el PSOE de Pedro Sánchez para demostrar que no es sólo el policía bueno del sistema, el representante español del capitalismo con rostro humano. O sea, para demostrar que es un partido de izquierdas. Porque hoy ser de izquierdas pasa, inevitablemente, por ser anticapitalista. Lo demás, es trabajar con la fe de que el mercado libre y sus instintos y mecanismos básicos pueden ser reformados y puestos a trabajar al servicio de la gente. O dicho de otra manera: creer que se puede salvar al enfermo tratando solo sus síntomas, y no la enfermedad.


FUENTE: nuevatribuna.es
Alberto Gómez Vaquero
08/08/ 2018


¡Je, je!... 

¿Somos la Izquierda? 
¿No será "seamos la Izquierda"?



19/12/17

UN SENCILLO RAZONAMIENTO

Sé que me repito más que los pepinos, pero hay razonamientos que uno no puede dejar de hacerse, ni guardárselos para si.


Entiendo perfectamente que la Iglesia, la monarquía, la aristocracia, las grandes empresas... puedan ser de derechas, ya que, entre otros muchos privilegios, tienen grandes ventajas económicas que defender; pero que el pueblo llano sea de derechas no tiene ni pies ni cabeza, porque en realidad no están votando a los que defienden sus intereses sino los de aquellos que, la mayoría de las veces, son los mismos que los explotan.


Citizen Plof