Entiendo perfectamente que la Iglesia, la monarquía, la aristocracia, las grandes empresas... puedan ser de derechas, ya que, entre otros muchos privilegios, tienen grandes ventajas económicas que defender; pero que el pueblo llano sea de derechas no tiene ni pies ni cabeza, porque en realidad no están votando a los que defienden sus intereses sino los de aquellos que, la mayoría de las veces, son los mismos que los explotan.
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