Ese duende progresista infiltrado en la programación de La 2 parece que ha aprovechado de los ardores de agosto para colar también la emisión de un documental de 10 horas en el que Oliver Stone desmonta la historia oficial de su país desde la II Guerra Mundial hasta la presidencia de Obama. Con La historia no contada de Estados Unidos, el director de Platoon, JFK, Nixon y Comandante escapa del patrioterismo que anega el cine norteamericano para ofrecer una visión diferente y transgresora que le ha ganado feroces ataques desde los sectores derechistas que se han adueñado del partido republicano.
Repartiendo "democracia", sí o sí
“Absurda regurgitación de propaganda estalinista” no es lo peor que ha tenido que leer o escuchar el cineasta sobre una obra que pretende nada más y nada menos que desmontar la sarta de mentiras con la que se construye la imagen que gran parte del mundo (y la inmensa mayoría de los propios norteamericanos) tienen de Estados Unidos: que se trata de una nación elegida por Dios, con un irrenunciable destino manifiesto, con el deber moral de difundir la democracia, un poder blando al servicio de causas justas, una sólida vocación por el intervencionismo humanitario, un ejército que garantiza la paz y la estabilidad mundiales, un altruista cruzado anticomunista que acabó con el imperio del mal soviético, y un misionero y desinteresado deseo de compartir parte de su riqueza con los países en desarrollo.
Oliver Stone
Tal es la potencia del aparato propagandístico de la gran superpotencia que esta verdad oficial construida a golpe de manipulación, dinero e incluso talento aplasta casi siempre a esa otra verdad basada en datos casi siempre incontestables, que supone el negativo de la versión que se ha impuesto de forma abrumadora. Ese otro Estados Unidos, mucho más ajustado a la realidad, es el que ha emprendido guerras injustas, defendido dictaduras y golpes militares fascistas, tomado decisiones brutales como utilizar la bomba atómica, contribuido a empobrecer aún más a los más pobres y basado su acción exterior en objetivos imperialistas de exclusivo interés económico e ideológico. Un poder, en fin, que no duda en actuar por motivos egoístas como policía del mundo.
Henry Wallace
El cineasta no es un cínico, sino un idealista que se atreve a soñar en utopías. Y su manera de hacerlo es mostrar, con hechos difícilmente rebatibles, los pies manchados de sangre y explotación de políticos, militares y grandes conglomerados industriales de su país.
La historia no contada de Estados Unidos es, también, la constatación de un fracaso. Imagen a imagen, palabra por palabra, muestra la atormentada historia del planeta desde la II Guerra Mundial y la decisiva participación norteamericana en ella, la muerte brutal de millones de personas en injustas guerras imperialistas, la impotencia de las protestas masivas, el lacerante aumento de la desigualdad incluso en la cuna del imperio, la incapacidad y falta de decisión para aprender de los errores del pasado, la frustración que siempre ha seguido a los escasos momentos de esperanza, como el último: la llegada de Obama a la Casa Blanca.
Barack Obama
Stone demuestra que con escasos cinco millones de dólares (de los que él aportó uno), una mínima fracción de lo que cuesta cualquier mediocridad made in Hollywood, puede armarse un producto cinematográfico de factura impecable, perfecto en su composición, y destinado a quedar como referente de buen cine, político pero sobre todo histórico, por mucho que su difusión quede restringida, como en España, a las épocas de menor audiencia de un canal que solo frecuentan los cinéfilos y amantes de los documentales.
FUENTE: publico.es
El ojo y la lupa
Luis Matías López
02 sep 2014
COMENTARIOS
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fraygerundio
He visto la serie. Coincido con el
autor del artículo en que es muy buena y rompe muchos prejuicios y esquemas con los
que nos han adoctrinado durante años.
Con todos sus defectos, Oliver Stone es de lo mejorcito de USA.
Txobluki
Los políticos americanos, españoles
y de muchos otros sitios se ha especializado en engañar a la sociedad;
llevan haciéndolo años, pero no todo el mundo se da cuenta. Tienen
montada una maquinaria impresionante para tregiversar la historia, día a
día, con el único fin de mantener el poder que les deja hacer con la
sociedad lo que les da la gana. Necesitamos un Oliver Stone en cada
país, para ver si la gente llega a comprender el engaño global que
sufrimos.
luziferfriens
Si, reconozco que no me creía estar
viendo "La forja de un rebelde" en la "pública" del PP. Una película
histórica de carácter muy emotivo. Me recordó a las
buenas películas estadounidenses antes de la caza de brujas, donde el
compromiso social y la denuncia eran una constante. Sobre la obra de
Oliver, me impactó tanto que la tengo en formato mp3 para poder
escucharla cuando lo necesite. Jamás pensé que un político
del calibre de Wallace y con una mente democrática tan
lúcida pudiera haber existido en unos EEUU que con gente como él sería
hoy una nación bendita.
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