13/11/16

LOS MISMOS DE SIEMPRE

Gobierno cadenero y ultraderechista

Para muestra un botón: 
Arsenio Fernández de Mesa, Director General de la Guardia Civil,
patrulló de joven con grupos falangistas de cadeneros.

Son los mismos fascistas que en los años 70-80 perseguían y golpeaban con cadenas, bates de béisbol, puños americanos y porras cedidas por la policía española a cualquiera que tuviera aspecto de ser de izquierdas. Iban vestidos de azul con boina roja estas bandas terroristas de Fuerza Nueva y los Guerrilleros de Cristo Rey, en ambas participaban actuales caras conocidas, muchas vinculadas al PP, en mi ciudad un antiguo alcalde ahora “demócrata de toda la vida”, Hernando, el bocazas pendenciero que en cada exabrupto humilla a las víctimas del franquismo, cientos, miles de violentos franquistas reciclados son en pleno 2016 miembros del putrefacto partido de la Gürtel.


Casi nadie se atreve a decir que el actual gobierno español es de ultraderecha, solo alguna periodista valiente como Cristina Fallarás, algún actor comprometido en causas nobles como Willy Toledo, el resto prefieren callar, meter la cabeza bajo tierra, ocultar la verdadera ideología de quienes decidirán el futuro de millones de ciudadanas y ciudadanos del estado español, con el apoyo de sus marcas blancas PSOE-Cs, para ya de una vez arrasar por todo, que no quede nada público en pie, solo los restos desolados de un país en manos de unos regidores que exaltan sus “valores patrios”, que se corren de gusto ante una cabra desfilando, entregando medallas a sus vírgenes de los sicarios, viendo a un torero torturar hasta la muerte a un inocente animal, la violencia ilimitada de sus esbirros policiales apaleando a familias desahuciadas de sus viviendas, sacando ojos, disparando balas de goma contra cualquiera que ejerza su legítimo derecho a la protesta.


El franquismo sigue vivo en esta España de peineta, obispos nazis, misas a criminales de lesa humanidad, corrupción política generalizada, represión y leyes que pisotean los más elementales derechos civiles, que solo benefician a las mafiosas élites que financian con sobres y maletines repletos de billetes de quinientos euros a delincuentes de coche oficial.

Toda esta morralla política y sus tertulianos falangistas se quejan, se echan las manos a la cabeza por la victoria de Donald Trump, cuando ellos son iguales o peores, culpables directos de más de 30.000 suicidios por motivos económicos en apenas cinco años, del asesinato premeditado de casi medio millón enfermos dependientes desde que tomaron posesión de sus cargos en la anterior legislatura.

España sigue siendo su "cosa nostra"

Son la misma caterva, la misma indecencia vestida con ropas caras que posa solemne ante los fotógrafos como una gran familia de la “Cosa Nostra”, sonriendo cómplices con quienes les han dado el voto para seguir masacrando derechos, acabando con las vidas de quienes no aguantan más sus abusos de poder, reformas, recortes y políticas austericidas.

FUENTE: http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es

Amigo: Los ya que peinamos canas, y otros que ya no tiene nada que peinar, corroboramos tu aseveración de que son los mismos fascistas de toda la vida y sus múltiples cachorros, los que siguen rigiendo los destinos en esta puta finca.

Te contaré algo: Una nochebuena, ya en los últimos coletazos del régimen franquista, poco antes de iniciarse esta quedada que dimos en llamar "democracia", nos reunimos los miembros de la pandilla (chicos y chicas) tras la consabida cena familiar, y fuimos a parar a la "Rambla del General" a echarnos unos "pelotazos" en la plaza de La Paz de Santa Cruz de Tenerife. De allí, alegres y medio borrachuzos, no dirigimos al Parque García Sanabria, pero apenas habíamos bajado las escaleras frente al Kiosco Numancia, nos vimos rodeados por una horda de cavernícolas con ropas de marca y zapatos caros que, empuñando cadenas, trozos de tubería y alguna porra policial al uso, nos querían obligar a cantar el "Cara al sol", el himno fascista por antonomasia del que, la mayoría, desconocíamos la puñetera letra.

Kiosko Numancia

Esa noche, la fortuna brilló de nuestra parte porque, cuando uno de los nuestros, con su tremendo pedo, adujo que aquello de cantar el "cara al sol" a las tres de la madrugada era una tremenda gilipollada, y aquellos energúmenos alzaron los trastos decididos a machacarnos, otra pandilla de barrio, como la nuestra, apareció en escena para socorrernos.

Los "valientes" de turno, al ver tal avalancha, echaron a correr paseo abajo y desaparecieron.

Tiempo más tarde, en vísperas de elecciones, obtuvimos una victoria pírrica sobre alguno de aquellos violentos descerebrados. Los pillamos pegando carteles de su formación política en una calle del barrio del Toscal.


"Minguito el Rata" (q.e.p.d.) reconoció a uno ellos y, sin encomendarse ni a dios ni al diblo, le puso el cubo de cola por sombrero.  

"Fuese y no hubo nada". 

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